El padre de una de las jóvenes brutalmente asesinadas en julio del año 2011 en Salta pidió la liberación del hombre sobreseído en el juicio y vuelto a encarcelar por un Tribunal de Impugnación. “Es lo que Cassandra hubiese querido”, resaltó.
El vínculo de Santos Clemente Vera con el crimen de las turistas francesas fue enrevesado desde el principio. En agosto de 2011, tras conocerse en brutal crimen de las turistas, se ofreció voluntariamente a colaborar en los rastrillajes de los investigadores dado el conocimiento del terreno que adquirió durante una vida de vaqueano. En medio de ese proceso quedó bajo custodia de la Justicia y desde entonces empezó a sospecharse de que se trataba del típico «perejil» sin recursos económicos ni astucia judicial que quedaba preso en un caso brutal que trascendió las fronteras del país e incluía las presiones de la embajada francesa al gobierno nacional y provincial para resolverlo.
Clemente permaneció en prisión preventiva prácticamente tres años: primero bajo guarda de la Brigada por algunos días en los que se hicieron indagatorias con vejaciones incluidas, luego pasó a la Alcaldía, y por último desembarcó en la Unidad Penitenciaria N°1. El periplo terminó los primeros días de junio de 2014, cuando el Tribunal de primera instancia del fuero federal salteño le otorgo el beneficio de la duda. Tras la apelación de la fiscalía interviniente, en febrero del año 2016 el Tribunal de Impugnación, segunda instancia, le arrebató ese beneficio, la libertad y lo volvió a enviar a la Cárcel de Villa Las Rosas.
En ese mismo momento Jean-Michel Bouvier declaró donde pudo que estaban ante una injusticia y que Vera –con quien se reunió hace unos años– debía ser liberado; y que si él lo proclamaba era por la necesidad de justicia y no de venganza. Hoy volvió a conocerse que no ha cambiado de opinión.
El periodista francés Jean Charles Chatard compartió la foto que ilustra la nota el siguiente mensaje: «Encontrarás mi contribución. Esta última contiene la foto y el cartel que hice para la ocasión. He querido hacer más fuerte el mensaje. Así es como Cassandra hubiese querido «Libertad a Clemente VERA Ya!». Me gustaría mucho, antes de morir, esperar a que salga de la cárcel para abrazarlo».
La única prueba fehaciente que hubo en la causa contra Clemente es una declaración de Gustavo Lasi. En los albores de la instrucción, a mediados de 2011, el padre y la novia de éste fueron detenidos por la causa -Walter y Fernanda Cañizares-; la investigación de Martín Pérez, por entonces juez de Instrucción, concluyó que el arma de Walter Lasi fue la utilizada para lacerar los cuerpos de Cassandra y Houria. Sin embargo, éste no estuvo imputado, porque su hijo, Gustavo, se confesó culpable y su material genético lo confirmo. Para hacer verosímil su versión, Lasi hijo dijo que Daniel Vilte Laxi y Clemente Vera lo habían obligado a punta de pistola. La pantalla de verosimilitud siempre fue endeble porque Vera y Vilte Laxi no eran s ni siquiera allegados -apenas si se conocían-, y Vera y Lasi no tenían una buena relación como lo aseguraron varios testigos de San Lorenzo, al tiempo que el material genético de Vera en los cuerpos de las jóvenes nunca se confirmó sin margen de duda, variables que Michel Bouvier siempre empleo para pedir su liberación.