Ocurrió en un caso que marca precedente en la lucha contra la violencia de género en Salta. Es la primera vez que la Justicia ordena custodiar al hombre que ejerció violencia contra su ex pareja.
Lo dispuso el Juzgado de Violencia Familiar y de Género 2 a cargo de la jueza, Noemí Valdez, quien ordenó una cautelar para que en una causa específica sea el violento quien esté custodiado por la policía. Es la primera vez que se aplica una medida de este tipo en Salta, aunque la mujer amenazada también debe contar con una consigna policial por 20 días al tratarse de una situación de alto riesgo.
Allí vino lo insólito: la jueza ordenó que los policías vayan vestidos de civil a realizar la consigna policial al trabajo de la denunciante y uno de los agentes pretendió cobrarle viáticos al no poder viajar en forma gratuita en el colectivo por no estar de uniforme. “La magistrada especificó que esto es responsabilidad de la Policía de la Provincia y que no pueden cobrar transporte a quienes van a resguardar”, resaltó la sección local del diario Página 12 en su edición de hoy.
Volviendo a la orden judicial que marca un precedente, la abogada que representa a la mujer sobreviviente de violencia de género, planteó que en la Provincia se imponen las custodias policiales a las víctimas y no a los agresores que en este caso específico violó la perimetral y no respetó las medidas impuestas anteriormente por la jueza como la prohibición de acercamiento, la exclusión del hogar y la prohibición de ejercer actos de violencia.
«En los últimos años venimos afrontando un problema, cuando -las custodias policiales- son puestas para la mujer que es lo previsto en la ley y normalmente ocurre. A las mujeres les mandan policías hombres y el mismo personal policial me confirmó que de castigo los envían a realizar las consignas a los que tienen denuncias por violencia de género, se producen acosos sexuales, las martirizan preguntándoles por qué denunciaron, qué hicieron. Son pocos los policías que respetan su rol, la mayoría violentan a las víctimas. Lamentablemente los juzgados de violencia de género tienden a cortar y pegar sin evaluar los casos concretos”.