El Partido Obrero denunció un allanamiento en su sede central y advirtió una «escalada de persecución política» por parte del Gobierno.
El Partido Obrero sufrió un duro revés este lunes cuando la Policía Federal, con una orden judicial, allanó su local central en Bartolomé Mitre 2162, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La formación política calificó el operativo como parte de una «escalada de persecución política» por parte del Gobierno nacional contra los sectores opositores que rechazan su «política anti obrera y de ajuste».
Desde la dirección nacional del PO denunciaron enérgicamente el hecho y convocaron a una conferencia de prensa para mañana a las 12 horas en el mismo local allanado. Asimismo, anticiparon que concurrirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para denunciar al Estado argentino por atentar contra las libertades democráticas consagradas en la Constitución Nacional.
En un duro comunicado, el Partido Obrero señaló que esta «persecución política» viene escalando desde los dichos del Presidente contra los «sectores combativos», particularmente contra su referente Eduardo Belliboni, a quien llamó a «exterminar» en sus redes sociales. Denunciaron además la «campaña de amedrentamiento» previa a la movilización del 20 de diciembre, la apertura de la línea 134 para denuncias contra movimientos sociales, y los casi 30 allanamientos contra organizaciones piqueteras.
Calificaron de «torpe excusa» el supuesto objetivo del allanamiento de requisar documentación, ya que se trata de un «local público y abierto» que funciona como «centro de organización para todo tipo de movilizaciones populares». Advirtieron que la ministra de Desarrollo Humano, Sandra Petovello, fue aceptada como querellante en la causa que dio origen al operativo, pese a que «debe rendir cuentas por hechos escandalosos de corrupción».