Lo declaró en Cuarto Oscuro el director de la Consultora We, Benjamín Gebhard. Ambos dirigentes fueron los principales contrincantes de la elección a gobernador de noviembre del 2019.
A medio año de la elección que definió el nuevo gobernador de Salta, Cuarto Oscuro (FM La Cuerda 104.5) dialogó con el director de la Consultora We para saber si había mediciones que den cuenta sobre cuáles serían los resultados si hoy se volverán a realizar las elecciones de noviembre que tuvo como protagonistas excluyentes a Gustavo Sáenz y Sergio Leavy. Gebhard explicó que WE no hizo esa medición puntual, pero existen variables que sirven para tener una aproximación: la tendencia de la gente a estar con el sector que ganó, la conducta recurrente de quienes no votaron al gobernante a apoyarlo si la gestión es aceptable y la buena o mala imagen que poseen los protagonistas a medio año del acto comicial. Con respecto a esto último, el consultor destacó.
“La popularidad de Gustavo Sáenz está muy bien. Hoy es el dirigente con mejor imagen en Salta. Nuestra última medición es de principios de abril y su imagen positiva estaba sobre los 70 puntos”. A la hora de explicar el porcentaje, Gebhard recordó que la pandemia provoco un gran paréntesis que hizo que la gente valorara ver a todos los políticos unidos y trabajando para solucionar esto y dejando en un segundo plano cualquier demanda que había antes como ser inflación, seguridad o falta de empleo. “Además, la popularidad de la mayoría de los gobernantes del mundo se incrementó cuando siguieron la receta del aislamiento en sus distintas variantes. Y a medida que van saliendo de la preocupación de la pandemia empieza de nuevo a haber alguna ´normalidad´ en las mediciones”, destacó.
Consultado por la popularidad de que quien fuera el principal contrincante de Sáenz en la gobernación en noviembre pasado – Sergio Leavy – la respuesta fue la siguiente: “Nosotros lo medimos en la Capital y eran muy negativa: la más alta de todos los dirigentes que medimos con un 63% de imagen negativa y sólo 23% de positiva. A la hora de explicar esos números, Gebhard se remitió a unas declaraciones que Leavy realizó en un programa televisivo del día viernes (La Brújula).
“Cuando vi su análisis de porqué pierde, a mí me asombro que un dirigente de la trayectoria de Leavy – habiendo sido intendente, participado de varias elecciones y llegando a ser candidato a gobernador – mostrara una falta de autocrítica absoluta. Lo lógico es que cuando se pierde en ese momento se pueda culpar hasta el clima de ese domingo; pero cuando pasa el tiempo es importante para los espacios políticos – de cara a la reorganización – hacer una autocrítica que permita ver qué paso”, dijo a manera introductoria.
“Leavy esboza hipótesis que están muy lejos de la realidad y lo sostengo con datos. Primero adujo que la gente no eligió propuestas sino a alguien carismático que «hizo circo». En segundo lugar, dijo que vino a respaldarlo Alberto Fernández, cuando la que traccionaba en ese momento era CFK. Lo último tiene varios errores. El primero es que no hay tal traslado de votos y el electorado – al menos el año pasado – no tenía la intención de votar simplemente a alguien que representara a la lista nacional. Luego Leavy sostiene que si Alberto viniera a Salta con la gran imagen que hoy tiene, haría gobernador a quien tocara. De nuevo digo que eso no funciona así porque no es una demanda de la gente”, destacó.
“Claro que podría existir un escenario en donde eso ocurriera, pero no era lo que la gente demandaba en aquel momento en Salta y nosotros lo fuimos midiendo durante la campaña en al menos cuatro estudios consecutivos: cuando le preguntábamos a la gente si votaría a un candidato a gobernador que representara a Fernández, el número iba bajando: del 36% en septiembre a un 28% al final de la campaña; y mientras eso bajaba, subía el deseo un candidato independiente. Además, el 80% de los salteños asociaba a Leavy con Alberto y con Cristina, con lo cual sabía perfectamente que era de ese espacio, pero decidía no votarlo. Por eso a mí me asombró su explicación: no importa quién es el candidato, viene otro de nivel nacional, lo bendice y entonces es. Eso puede ocurrir en unas legislativas como efectivamente ocurrió y no en una elección de gobernador”, sentenció.