Lo adelantó el presidente del Ente Regulador de Salta, Carlos Saravia, quien explicó que la provincia tiene cada vez menos margen para compensar la quita de subsidios que lleva adelante el presidente Javier Milei.
“Se va achicando el margen que tenemos para contener esta política de reducción de subsidios”, señaló Saravia por FM Aries, para luego agregar que mientras la Nación avanza con la quita, la provincia enfrenta “a la gente de carne y hueso” que no puede afrontar los incrementos.
El presidente del Ente Regulador de Salta, explicó que la provincia tendrá cada vez menos margen para compensar la quita de subsidios impulsada por Nación. Detalló que los hogares de clase media podrían enfrentar subas del 30% al 40%, mientras que más de 188 mil familias de bajos ingresos también sufrirán un fuerte impacto por la reducción de los topes de consumo subsidiado.
Las quitas alcanzan a los tres niveles de segmentación: N1 (ingresos altos): más de $3 millones mensuales; N2 (bajos ingresos): menos de $1 millón; N3 (ingresos medios): el grupo más numeroso, con dificultades para un uso racional de energía.
Reducción de topes de consumo
El funcionario explicó que el principal impacto se dará por la reducción del consumo subsidiado:
Antes 350 kW, luego 250 kW, y con el nuevo esquema 150 kW en períodos templados
“Nosotros tenemos consumos promedio que superan los 200 o 230 kW. El excedente se paga mucho más caro, como si fuera un usuario de altos ingresos”, indicó.
Impacto en los distintos segmentos
36 mil familias N3 pasarán a pagar tarifa plena en todos los tramos.
Los hogares N1 perderán el 14%–15% de subsidio restante, lo que implica un aumento directo del 7%.
Un usuario de clase media que consume 450 kW en verano sufrirá aumentos que, según Saravia, “no serán del 9%, sino del 30% al 40%”.
Incluso los 152 mil hogares N2, considerados los más vulnerables, verán una fuerte suba, ya que su tope subsidiado baja de 350 kW a 150 kW.
“El impacto va a ser muy fuerte”, concluyó Saravia, e insistió en que la provincia intentará acompañar, aunque cada vez con menos herramientas frente a una política nacional que continúa reduciendo subsidios.


