Nicolás Dujovne y sus secuaces volaron anoche a Estados Unidos para llevar adelante negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Las líneas de crédito y los elogios del organismo multilateral.
“Financiamiento preventivo para dotar de estabilidad al mercado”, “es una armadura contra la volatilidad” o “este FMI no es tan ortodoxo como en los 80 o 90” son algunas de las frases que utiliza el oficialismo para calmar las aguas ante tamaño anuncio: volver al Fondo Monetario Internacional.
El gabinete del Ministerio de Hacienda que lidera Nicolás Dujovne viajó anoche de urgencia a Washington, Estados Unidos, para negociar un préstamo con el organismo multilateral que volvió al país luego de 12 años. “Esta es la mejor manera de proteger y defender a la Argentina” se escudó Dujovne durante la conferencia de prensa que ofreció ayer.
Lo acompañaron Sebastián Galiano y Rodrigo Pena, secretarios de Política Económica y Hacienda, respectivamente. Por su parte, Chirstine Lagarde, directora del FMI, declaró que “Argentina es un valioso miembro del Fondo Monetario Internacional. Se han iniciado discusiones sobre cómo podemos trabajar juntos para fortalecer la economía argentina y se llevarán a cabo en breve”.
Si bien desde la cartera no se han explayado en montos, tasas y tipos de créditos, ya resuena un pedido de 30 mil millones de dólares a tasas del 4%. Además, entre las líneas de crédito que algunos analistas consideran posibles, se encuentra la Precautoria y de Liquidez y la Línea de Crédito Flexible.
Los créditos que se enmarcan en la LCF están destinados a países con una trayectoria de implementación de políticas “muy sólidas” y combinan criterios de acceso que serán monitoreadas durante la vigencia del acuerdo, los cuales pueden ser de seis meses o de 1-2 años.
Por otro lado, la LPL es similar a la anterior pero está destinada a países más vulnerables que no cumplan exigencias para acceder a las LCF, aunque reclama “condiciones focalizadas” sobre problemáticas específicas.
Lo cierto es que si bien un acuerdo que taxativamente no dispone obligatoriedad a llevar a cabo las recetas del Fondo Monetario Internacional, las condiciones son un hecho. Entre las exigencias del organismo multilateral se encuentran el ajuste fiscal, la suba de tasa de interés, privatizaciones y reformas estructurales (por ejemplo la previsional y la laboral).