La Secretaria de Energía Flavia Royón definió al gasoducto como la obra de infraestructura energética más importante de los últimos 40 años en Argentina.
La puesta en marcha supone abrir la válvula para que ingrese el gas natural que proviene de Vaca Muerta al nuevo gasoducto, que luego tiene un plazo de unos 20 días para completar su “llenado”. En una entrevista con Infobae, la salteña que forma parte del ministerio que conduce Sergio Massa destacó el “tiempo récord” de la obra y el ahorro en dólares que el gasoducto supondrá para las cuentas públicas del país.
Es el comienzo para dar vuelta nuestra balanza energética y comenzar a no necesitar importaciones energéticas y exportar. Hoy Vaca Muerta no tenía cómo evacuar la producción, cómo crecer. Esta primera etapa fue realizada con recursos del Tesoro Nacional, sin financiamiento de otros organismos ni privados, porque se entendió su importancia. Para el Estado, entre lo que se ahorra de importaciones y subsidios, al poder acceder a un gas más económico, el costo se recupera en dos años.
“Massa estuvo muy enfocado todos los días en cómo iba la evolución del gasoducto. Es el hito más importante de su gestión y él puso prioridad en estas obras”, dijo sobre el rol que tuvo el ministro de economía en este proceso. Con respecto al ahorro en las cuentas públicas, Royón explicó lo siguiente.
“Esta primera etapa va a permitir un ahorro de USD 1.700 millones. Y en 2024, que va a estar todo el año operativa, va a permitir un ahorro de USD 4.000 millones. El impacto es increíble. El país no va a necesitar importaciones de envergadura. Se va a poder comprar GNL (a través de barcos) para algunos picos de invierno, compras puntuales, pero no se va a necesitar de bloques de barcos importantes”.
Por último, Royón adelanto que en las próximas semanas se va a licitar la reversión del gasoducto del Norte que posibilitará que el Norte del país no dependa más de las importaciones de gas de Bolivia. “La reversión va a permitir llegar con el gas de Vaca Muerta y abastecer todo el Norte y permitir el desarrollo de nuevas industrias con un gas a precio más competitivo. Las obras tienen un plazo de 12 a 18 meses, pero estamos confiados que pueda ser menos dado el éxito en esta primera etapa. Esta obra posibilita pensar en exportar a Brasil a través de Bolivia. Tener la garantía de abastecimiento sin necesitar de Bolivia es un logro muy grande” destacó.