Martha Barboza negó acusaciones escudándose en la reforma universitaria, su religión, su academicismo y el desconocimiento de que Romina Iriarte es originaria. La familia de la joven aseguró que el descargo evidencia la “malicia” de la profesora.
«Vine a la universidad con el deseo de regresar a mi pueblo con el título y demostrar que nosotros también podemos enseñar, pero aquí en la sede me demostraron que eso no es verdad, me dan vueltas y me maltratan», dijo la estudiante, que comentó que sufre comentarios hirientes de la docente a cargo de la materia. «(Me dice) Que aprenda a hablar el español y que después rinda. Que no pienso y que mi cabeza vuela. Cuando pedí que me trate con respeto empezó a decir que nadie me quiere evaluar», relató a CUARTO el viernes pasado Romina Iriarte: la joven ava guaraní que vive en Pichanal, estudia en Tartagal y desde el año pasado busca rendir su última materia de la carrera de Letras.
La docente involucrada – Martha Barboza – difundió un escrito en donde niega haber discriminado a Romina resaltando la existencia de un expediente (20.091/19) en el que asegura que jamás se le negó una mesa de examen, que esta reprobó en tres oportunidades, que no es responsabilidad suya que la U.N.Sa. – sede Tartagal – no haya arbitrado los medios para que la joven rinda y que sabe de la existencia de una circular que informa que la estudiante contará con un tribunal conformado por docentes de la ciudad de Salta.
Barboza recordó que ejerce la docencia hace más de 30 años y que nunca tuvo inconvenientes parecidos por caracterizarla el “buen trato, el respeto y los principios de la reforma universitaria del año 1918 están grabados a fuego en mí”, expuso en el escrito donde adujo desconocer “que la señorita Iriarte, pertenecía a una comunidad originaria; Y de haberlo sabido eso tampoco es un obstáculo para que ella curse, rinda o participe de clases de consulta”. La mujer dijo vivir días de mucho sufrimiento por ser “una señora que se dedica al perfeccionamiento espiritual y académico” resaltando que su “ética profesional y religiosa ampara mi trayectoria académica”.
La respuesta no tardó en llegar a través de un escrito rubricado por la madre de la estudiante, Susana Balberdi (DNI 22.604.844) quien en comunicación con CUARTO remarcó que a Barboza no le “bastó insultar a mi hija y decirle a otros docentes que no la evalúen, sino que además la trata de mentirosa públicamente”. En cuanto al escrito fechado ayer, en él Balberdi recuerda que su hija se recibió en tiempo y forma de profesora en Educación Primaria con Orientación en Educación Intercultural Bilingüe en mayo del 2015 manifestando luego que Barboza “falta a la verdad y demuestra su saña con Romina”, detallando a continuación una serie de puntos que acá sintetizamos:
1.- Barboza “falta a la verdad cuando dice que no sabía que era originaria, porque Romina integró el grupo de estudiantes de pueblos originarios que viajo a Roque Sáenz Peña – Chaco – representando a los pueblos originarios de la Sede Tartagal en el 2013.
2.- La madre no desconoce que Romina desaprobó materias, aunque enfatiza que nunca denunció a ninguna docente porque la trataron con el debido respeto, algo que no ocurrió con Barboza a quien acusó de mala intención al referirse a las veces que Romina desaprobó. “El comentario de Barboza en referencia a la cantidad de veces en que desaprobó demuestra su maldad y su deseo de seguir humillando a Romina ya que quiero decirles que mi hija siempre estudio con compromiso y responsabilidad; muestra de lo que digo es que fue Escolta Primera de la bandera Argentina de Sede Regional Tartagal de la U.N.Sa.
3.- “La docente dice que nunca tuvo problemas con un alumno, y no es cierto, debió excusarse de evaluar a una estudiante trans a pedido de otra docente”, remarcó la madre que sin embargo enfatizo que a esa estudiante sí se le respetaron sus derechos.
4.- Insistió en que su hija recuso a Barboza y Gerardo Godoy por las burlas y las faltas de respeto a la que la sometían y nunca cuestionó las notas; al tiempo que negó la versión de Barboza según la cual ella no tiene incidencia en la conformación de los tribunales examinadores. “La señora era Vicedirectora de la Sede Regional Tartagal cuando inició el sufrimiento de Romina, y actualmente es la Directora de la Escuela de Letras.
En el último punto, la madre de la estudiante enfatiza que la Escuela de Letras “dice que nadie de Tartagal quiere evaluarla a Romina, y viendo el expediente sólo se niegan a evaluar tres de los veinticuatro sin decir el porque”.