Lo indica la cuarta encuesta sobre “el impacto de la pandemia COVID-19 en las familias con niños, niñas y adolescentes” realizada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, UNICEF y la Organización Internacional del Trabajo en Argentina.
El motivo de un aumento del trabajo infantil en pandemia vino de la mano con la necesidad familiar de conseguir o recuperar ingresos. Eso se ve reflejado en otro dato clave: el 68% del total de las y los menores que trabajan para el mercado reside en hogares en que los ingresos laborales se vieron disminuidos con respecto a 2019.
“La pandemia afectó especialmente a los niños, las niñas y adolescentes de los hogares más vulnerables. La falta de trabajo decente para los padres y madres es una de las causas principales del trabajo infantil”, afirmó Yukiko Arai, directora de la OIT Argentina, una de las organizaciones a cargo de la encuesta, que se llevó a cabo de forma telefónica entre abril y mayo de 2021, con representatividad a escala nacional y regional.
La emergencia también se evidencia en el endeudamiento. El 31% de los y las adolescentes de entre 13 y 17 años que trabaja, pertenece a hogares que para la compra de alimentos tuvieron que recurrir a algún préstamo o solicitarlos fiados en algún comercio.