Tras asumir en el cargo, Emilio Gutiérrez dijo que las soluciones no serán rápidas y agregó que el lugar se encuentra en condiciones precarias.
El Mercado San Miguel de la capital salteña se encuentra en un momento crítico, no sólo por el incendio que el mes pasado arrasó con una gran parte del lugar, sino por las condiciones generales que presenta. Así lo aseguró su interventor, Emilio Gutiérrez, quien brindó detalles de lo que encontró una vez que asumió en el cargo.
En diálogo con Nuevo Diario, Gutiérrez dijo que el mercado presenta condiciones «sumamente precarias». Habló de años de abandono estructural por parte de la gestión de José «Pepe» Muratore, ex administrador del lugar.
Según informó el mismo medio, el interventor estará al frente del mercado al menos durante seis meses, con posibilidad de prórroga. Gutiérrez podrá tomar decisiones administrativas y estructurales.
Según describió el propio funcionario, el mercado presenta sistemas eléctricos obsoletos, conexiones peligrosas, baños colapsados y una infraestructura general deteriorada. Aseguró que no se pueden «hacer parches aquí y allá» sino que se debe trabajar en soluciones profundas que no llegarán de inmediato. Y agregó que «el peligro no solo afecta a los trabajadores, sino también a los compradores que transitan por el mercado».
«Esto no es solo un problema reciente. Las fallas estructurales han sido evidentes durante años, pero siempre se han maquillado con soluciones superficiales que no atacan la raíz del problema», dijo.
«Hay mucha gente que quiere soluciones inmediatas, y es comprensible, pero las condiciones son tan complejas que requieren planificación y ejecución cuidadosa», siguió Gutiérrez.
El interventor agregó que entre los puesteros «es un sector mínimo el que se opone» a su intervención. «Yo creo que tengo el apoyo del 90 por ciento de los puesteros y vamos a seguir trabajando para la gente que quiere laburar», dijo.
«Nos encontramos con una situación desordenada, con información incompleta sobre quiénes trabajan realmente en el mercado y qué derechos tienen sobre sus espacios», siguió, y dijo que su «prioridad» será «mantener a los puesteros en sus lugares de trabajo mientras avanzamos en la reconstrucción».