viernes 14 de febrero de 2025
18.1 C
Salta

Son jefas de familia y víctimas de violencia de genero | La dura situación de las mujeres salteñas condenadas por microtráfico

Un informe nacional muestra que nuestra provincia es una de las que encabeza los casos de detenciones y condenas de mujeres. El trabajo revela que la Justicia avanza «sin datos ni rumbo contra un sector sumergido en la pobreza, la desigualdad y la violencia».

La Red Federal de Periodismo Judicial publicó en julio el informe «Mujeres y microtráfico de drogas, punto ciego de la Justicia Argentina», una investigación nacional colectiva en la que periodistas de todo el país analizan casos de microtráfico y concluyen que se trata de un sistema que ataca a mujeres vulnerables.

En este universo de desigualdad, la provincia de Salta es una triste protagonista, con mujeres condenadas a partir de situaciones de marginalidad notorias, en un ambiente poco favorable, donde deben subsistir haciéndose cargo de sus hijos y soportando la violencia de sus parejas.

Si bien el trabajo abarca todo el país, muchas provincias no otorgan la información solicitada, por lo que se trata de una investigación todavía por completar, pero que ya muestra un panorama sombrío para las mujeres involucradas.

Según revela el informe, los cuatro distritos (CABA, Misiones, Neuquén y Salta) en los que hay información sobre mujeres condenadas por microtráfico de drogas suman una población total de 6,5 millones de habitantes (13% del total del país: 48,9 millones), donde 3,4 millones son mujeres (52% del subconjunto analizado). Entre 2019 y 2023, hubo 433 condenas a mujeres por microtráfico de drogas en este grupo de jurisdicciones.

Salta es la provincia de este conjunto cuyo Poder Judicial condenó a más mujeres por microtráfico de drogas en los últimos cinco años. Pasó de 29 en 2019 a 70 en 2023 (+133%). En total, se contaron 244 mujeres condenadas en el período considerado.

El trabajo señala que entre los roles predominantes de las mujeres detenidas, en Salta son auxiliares de venta. «Aparecen con roles poco relevantes: no suelen buscar jerarquía dentro de la estructura. En términos generales, cubren los puestos cuando el hombre no está. Se ven muchas mujeres jóvenes sin trayectoria delictiva con hombres que sí tienen antecedentes, por ejemplo, en circunstancias en las que hay que transportar droga en el cuerpo, labor que, según un estudio de 2014 de la Procunar, es eminentemente femenina. También hay mujeres condenadas por ingresar sustancias en las cárceles para un hijo o una pareja», expresa.

«Las mujeres salteñas condenadas por microtráfico de drogas son mayormente jefas de hogar que no reciben recursos de los padres de los hijos y con frecuencia poseen antecedentes como víctimas de violencia de género. Si no son cabezas de familia, integran una unidad doméstica a la que deben aportar para cubrir la canasta básica total. La segunda mayoría del universo son las mujeres adictas que ‘venden para consumir’. Son ‘marrones’ (descendientes de pueblos originarios), y con nivel socioeconómico y educativo bajo. En el caso de mujeres con pareja, estos varones suelen tener denuncias o antecedentes penales. Los efectos colaterales también recaen sobre mujeres porque las abuelas se quedan con los nietos cuando sus hijas son detenidas», agrega.

El colectivo de periodistas concluye que los tribunales argentinos avanzan en términos generales sin datos ni rumbo contra un sector sumergido en la pobreza, la desigualdad y la violencia.

«Los poderes judiciales de la Argentina carecen, en términos generales, de una comprensión clara de su situación actual y de sus objetivos futuros en lo que respecta al tratamiento de las causas relacionadas con drogas. Esta investigación revela que es un hecho excepcional la existencia y la disponibilidad de información sobre el procesamiento de esta clase de delitos considerados críticos para la sociedad y el Estado. Es sorprendente la orfandad de datos sobre condenas por microtráfico de drogas, la infracción más común a la Ley de Estupefacientes y una de las más recurrentes en la Argentina. Esta carencia plantea una barrera invencible para discernir cómo los poderes judiciales miran a las mujeres que condenan: pareciera que aquellas no entran en el campo visual de los tribunales», señala.

Archivos

Otras noticias