Las comunidades cortaron la ruta la semana pasada y ahora solicitan la apertura de anexos escolares.
Se podrían hacer protestas todos los días por cosas distintas. Es que hay tantas necesidades insatisfechas en las comunidades indígenas de la provincia que los caciques podrían llevar una agenda de quejas muy variada. Es por eso que así como la semana pasada protestaban por la falta de viviendas y módulos alimenticios, hoy lo hacen por anexos escolares.
Según informó Nuevo Diario, desde las comunidades que habitan al costado de la Ruta Nacional 86, en Tartagal, piden los anexos para San Benito y Fwolit, pertenecientes al pueblo wichi.
En San Benito no hay una escuela cerca. Las familias se trasladan a General Ballivián o a Tartagal, a vivir con sus familiares para que sus hijos puedan ir a clases. En San Benito hay 16 familias y unos 38 niños y niñas en edad escolar. “Están olvidados, sin luz sin comida, sin escuela”, dijo el represenante de los caciques, Modesto Rojas.
Para colmo, como contó Rojas, “a veces los finqueros ponen candado y no han dejado camino alternativo, ni nada” para que las familias puedan salir de la zona.