La víctima tiene 19 años y está internado desde el lunes.
Un joven de 19 años del barrio Norte Grande está hospitalizado desde el lunes al mediodía y puede quedar ciego tras haber sido baleado por la policía salteña.
Según informó El Tribuno, todo sucedió ese día, cuando uniformados dispararon balas de goma frente a la casa de la víctima, quien fue alcanzado por los disparos cuando regresaba de trabajar.
El joven perdió el ojo derecho y podría perder el restante. Su madre denunció que los uniformados lo dejaron tirado después de los balazos. «Prácticamente lo fusilaron, lo acribillaron a tiros», dijo la mujer. «Además de la cara, recibió como diez tiros más en el cuerpo por parte de policías», agregó.
La mujer también denunció que los uniformados siguieron golpeándolo en el hospital Papa Francisco. Aseguró que los policías le pegaron mientras el joven permanecía con los ojos vendados por las agresiones.