Aducía problemas traumatológicos y psiquiátricos para obtener licencias pagas mientras realizaba viajes particulares remunerados en un vehículo particular tipo furgón. No irá preso.
El sujeto de 45 años fue imputado por el delito de defraudación al Estado y trabajaba como funcionario policial. Más de una vez solicitó carpeta médica aduciendo diferentes patologías (traumatológica y psiquiátrica) y cobraba regularmente sus haberes, aunque luego se verificó que realizaba viajes particulares remunerados con un vehículo particular tipo furgón a diferentes puntos de la provincia. “El acusado publicitaba sus servicios a través de redes sociales” destacó el parte del Poder Judicial de la provincia.
El juez Eduardo Raúl Sángari, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, le otorgó al imputado el beneficio de la “probation” y le fijó normas de conducta por el término de un año: fijar domicilio e informar todo cambio al tribunal; abstenerse del uso de estupefacientes y del abuso de bebidas alcohólicas; no cometer nuevo delito.
Además, admitió el ofrecimiento de reparación del daño causado formulado por el imputado, consistente en el pago de la suma de cien mil pesos al Comedor “Nuevo Sol de la Tercera Edad”, de barrio Solidaridad, donde también realizará tareas comunitarias por el lapso de cuatro meses, durante diez horas semanales.