En su habitual columna de los días domingos en Página 12, el analista Mario Wainfeld se refirió a lo que ocurre en el amplio y heterogéneo justicialismo de cara a las elecciones.
En una larga columna titulada “Malarias y campañas en otoño”, Wainfeld escribió sobre casi todo: la debacle económica, la vuelta de CFK de Cuba, el rebrote del antiperonismo furioso, las elecciones de Río Negro y también tuvo tiempo para hablar de un Roberto Lavagna lanzado y las quejas de los gobernadores y el propio Massa por lo que consideran un desaire: la pretensión del ex ministro de economía a ser candidato sin ir a las PASO.
Y aunque el columnista no descarta que esta “postura de máxima” puede ser revisada si lo imponen las circunstancias, destaca que tanto los medios hegemónicos como la propia Casa Rosada le conceden un generoso despliegue a ese candidato siguiendo la lógica de que agrandar los márgenes del “peronismo federal” le resta votos a la ex presidenta.
“Los gobernadores peronistas distan de formar un conjunto homogéneo. De cualquier modo, para la mayoría Lavagna cometió un desaire: cabía empezar el road show con los compañeros dotados de poder territorial, fuera cual fuera el color de su paladar”, enfatizó el periodista que luego se detuvo en las chances reales de los principales rivales internos de Lavagna.
Allí habló del salteño Juan Manuel Urtubey al que no le augura futuro presidencial: “El salteño (…) está dispuesto a apearse del escenario presidencial. Renunciar a lo que nunca se tuvo ni pudo inspira formidables boleros y tangos pero no es gran mérito (ni aporte estimable) en la competencia política” escribió. Del cordobés Juan Schiaretti aseguró que algunos operadores informan que si es reelecto el 12 de mayo estará a tiempo para inscribirse en la presidencial, aunque por ahora fue el encargado de advertirle a Lavagna que debe someterse a las PASO.
Finalmente, Wainfeld habló del ex diputado Sergio Massa, quien es el que padece más directamente la irrupción de Lavagna. “La mentada ancha avenida del medio cada vez es más estrecha: no caben dos liderazgos con aspiraciones” aseguró para luego destacar su diferencial es contar con votos propios: un éxito sorpresivo en la legislativa de 2013, una buena performance en la presidencial de 2015 y un remanente escueto en 2017 en la que no figuró en las listas. El antecedente lo ranquea mejor que a otros aspirantes, tanto del espacio federal como del kirchnerista ampliado”, sostuvo el periodista.