Lo denunciaron por las redes sociales, donde además compartieron las fotografías acompañadas de un texto en el que analizan el mensaje.
Ayer hicieron pública la imagen que muestra la pintada en el mismo lugar donde meses atrás ya había sucedido algo similar. La figura de un pene gigante escrachando la puerta del Espacio Cultural Arpías.
A las fotos las acompañaron con un texto en el que señalan que “este ensañamiento no tiene solo que ver con que hayan pintado la puerta del local, es un mensaje mucho más profundo que hoy toma esta forma pero su objetivo es acallar las voces de quienes luchamos por la liberación de lesbianas, travas, putxs, mujeres y maricas. Lxs disidentes que habitamos este espacio no vamos a dejar de salir a las calles ni dejar de decir lo que pensamos”.
Luego en el texto disparan contra el sistema cis-hetero patriarcal, y al Estado que no oye las denuncias colectivas por violencia de género, pero sí persigue a quienes no se subordinan a sus reglas. También aseguran que los responsables de esas pintadas pertenecen a los grupos antiderechos “que encubren todo tipo de violencia hacia la mujer y la disidencia”.
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