Desde noviembre pasado, la diputada nacional por Salta de La Libertad Avanza no ha demostrado trabajar demasiado. En un contexto de crisis económica y social, su escasa actividad legislativa contrasta con la necesidad de gestionar soluciones para la provincia.
Emilia Orozco, la diputada alienada con el gobierno de Milei, últimamente ha demostrado que su labor parlamentaria se ha limitado a publicaciones en redes sociales y controversias públicas. De presentar proyectos, poco y nada. En los últimos 90 días no presentó ni uno solo.
Pese a su pertenencia al oficialismo, la legisladora no ha impulsado ninguna obra o programa que beneficie a los salteños. Su última iniciativa parlamentaria solicitaba la derogación de la ley 26.160, de Emergencia Territorial Indígena, una medida que podría afectar a unas 80 mil personas que se reconocen como parte de pueblos originarios en la provincia. Sin esta norma, las comunidades pueden ser desplazadas de sus tierras ante intereses privados.
Además, su antepenúltima propuesta fue declarar de interés el Día del Graduado en Comunicaciones, el 15 de diciembre. La falta de iniciativas relevantes y su pasividad en la gestión generan cuestionamientos sobre su compromiso con quienes la votaron. Mientras tanto, los problemas de Salta continúan sin respuestas desde su banca.