El referente de Somos Barrios de Pie, Ignacio Palarik, destacó el desencanto popular con el gobierno de Milei y la necesidad de una oposición sólida que responda a las demandas de la gente.
A medida que se acercan las elecciones legislativas en Salta, programadas para mayo de 2025, las organizaciones sociales en la provincia trabajan en definir su rol en la contienda y reforzar su presencia como oposición. Ignacio “Nacho” Palarik, referente de Somos Barrios de Pie, advirtió en una reciente entrevista con el programa Cuarto Oscuro (FM La Plaza 94.9) que el desencanto popular con el gobierno nacional de Javier Milei impulsa la reorganización de movimientos sociales y sectores de izquierda que buscan construir una alternativa.
Para Palarik, el descontento social es evidente y cada vez más profundo. “El nivel de ajuste que se propone es insostenible”, expresó, señalando que en la gente “se ha desilusionado genuinamente” con Javier Milei. Según el referente, las políticas de recorte impulsadas por el gobierno nacional han acelerado la necesidad de construir una oposición definida. “No hay margen para medias tintas; el escenario electoral se va a configurar entre el oficialismo y la oposición”, afirmó, destacando la importancia de asumir un rol claro y comprometido.
Palarik también observó cómo en el último tiempo los sectores populares han dejado de sentir esperanza en el gobierno actual, lo que ha impulsado a las organizaciones sociales a consolidarse como un espacio opositor. “En definitiva, el gobierno de Milei comienza a pagar costos por las políticas que lleva adelante, y eso se expresa en la búsqueda de nuevas representaciones”, explicó. Luego detalló que este proceso de desgaste ha llevado a los movimientos sociales a repensar su estrategia y reforzar su presencia territorial.
Además, el referente social enfatizó que la unidad entre diferentes sectores será clave para lograr una alternativa viable. “Hay acercamientos, hay reuniones, no solo con organizaciones sociales, sino también con militantes universitarios, juveniles, defensores de derechos humanos y trabajadores de pequeñas PyMES y cooperativas”, contó Palarik, quien celebró estos encuentros como un avance hacia una plataforma conjunta que responda a las demandas populares. «Es un proceso que recién comienza y no está exento de diferencias, pero priorizamos la responsabilidad de construir una alternativa creíble».
La situación económica y los ajustes, aseguró Palarik, han acelerado el tiempo político para los movimientos sociales. “La gente está cansada, hay bronca, desesperanza, y la responsabilidad de los que hacemos política es estar ahí”, añadió, refiriéndose a la necesidad de responder a ese sentimiento con medidas concretas y una fuerte presencia en los barrios. También remarcó que construir legitimidad no solo es un desafío electoral, sino de contacto directo y constante con la ciudadanía.
De cara a 2025, Palarik resaltó que el principal desafío de las organizaciones sociales será captar el apoyo de quienes buscan una representación distinta. “Tenemos que ofrecer algo concreto y que llegue al barrio. No es suficiente con criticar, sino que debemos demostrar que somos una opción legítima y genuina”, finalizó, remarcando la intención de crear una opción sólida que contraste con el gobierno nacional y que inspire confianza en la gente para una verdadera transformación.