Hasta el año pasado las producciones de dos comunidades indígenas se vendían en provincias del centro del país. Hoy la venta cayó a casi cero y las familias productoras decidieron regalar la fruta para no tirarla.
«Le vamos a regalar la fruta a la gente. Queremos que en Salta el Ministerio de la Producción controle más la banana que ingresa de otros países, como Bolivia», declaró a la sección local del diario Página 12 José Fariña, productor de la Comunidad Kolla Guaraní de Río Blanco Banda Norte, para luego precisar que ya no pueden “vender a Tucumán, Córdoba o Mendoza”.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad Tupí Guaraní Iguopeigenda, Juana López, precisó que en la temporada 2024 las familias pudieron vender su producción a compradores de las provincias del centro del país, a un promedio de 10 a 12 mil pesos el cajón de bananas. «Este año, en cambio, nos ofrecieron 1.500 pesos por cada cajón porque en Bolivia y Paraguay podían comprarlos a 3.000 pesos ya embalados», sostuvo.
López narró al medio citado que las 48 familias que conforman su comunidad cultivaban hasta fines del siglo pasado maíz, mandioca y batata; pero que desde el año 2003 comenzamos con las plantaciones de banana que mejoraron notablemente sus ingresos. «Pero este año, no llegó ninguno de esos camiones chasis que llegan desde Buenos Aires, Tucumán o Córdoba, para llevarse entre 1000 a 1100 cajones de bananas». López asegura que los “pequeños productores de comunidades indígenas” quedaron a la deriva luego de que el Ministerio de Economía de la Nación liberalizara – en marzo de 2024 – la importación de productos de la canasta básica de alimentos.
En ese marco, las familias productoras se niegan a entregar su producción a pérdida y organizaron un “bananazo”: recorrer distintos espacios públicos de la ciudad de Orán regalando bananas, explicando a los vecinos la situación que viven y reclamar respuestas de parte de las autoridades provinciales. «Arrancamos en la Plaza Santa Marta de Orán y luego nos iremos caminando hasta la Plaza Pizarro», explicó José Fariña,
La banana que cultivan es de la variedad Cavendish, «más chica que las que provienen de Bolivia o Paraguay». “Estas comunidades guaraníes recibieron hasta finales de 2023 apoyo técnico de la Secretaría de Agricultura Familiar y de ProHuerta. Sin embargo, como esos organismos y programas fueron desarticulados por la administración de Javier Milei, actualmente tan sólo cuentan con el apoyo de la Estación Experimental del INTA con sede en la localidad jujeña de Yuto” resalta la cobertura del medio citado.