Pablo Nicolás Banegas (27) fue condenado por ilícitos cometidos entre noviembre y diciembre de 2020. El imputado protagonizó los robos a mano armada en comercios ubicados en zona norte de la ciudad.
Banegas será trasladado y alojado a la Unidad Carcelaria 1 y se recomendó que reciba tratamiento psicoterapéutico por su adicción a las sustancias tóxicas y por la naturaleza de los hechos por los cuales resultó condenado. El juez dispuso además que se obtengan las señas particulares del imputado y que se le realice prueba de ADN para su inscripción en el banco de datos correspondiente.
La primera denuncia fue radicada por la dueña de un drugstore ubicado en avenida Reyes Católicos al 1700. Dijo que a primera hora de la mañana, cuando abría su local, entró un hombre con camperón, barbijo y capucha. Le exhibió un arma de fuego tipo revólver y le exigió que le diera los billetes de quinientos y de mil pesos que tenía en su poder. Luego huyó en una moto que había dejado estacionada afuera.
Pocos días después, Banegas protagonizó otro robo, esta vez acompañado por otro sujeto. En esa ocasión ingresaron de noche a un negocio de tómbola ubicado en Reyes Católicos al 2000. Le dijeron a los dueños que se tiraran al suelo, amenazándolos con un revólver, y les sustrajeron la recaudación. También en dupla, robó a mano armada en un drugstore de Zuviría al 1600. En esa ocasión, una vez más, el vehículo utilizado para huir fue una moto blanca.
Por último, Banegas fue denunciado por robar en una farmacia ubicada en Pueyrredón al 1400. Allí también apuntó con un arma de fuego a la propietaria y le exigió la entrega de todos los billetes de quinientos y de mil pesos.
El imputado fue demorado luego de que efectivos de la división motoristas lo hicieran parar en un control de rutina, en Pueyrredón al 700, para pedirle la documentación de la moto en la que circulaba. Advirtieron que el vehículo correspondía a la descripción del rodado utilizado en varios robos ejecutados recientemente en la zona, con la modalidad “motochorro”. También pudieron observar que el acusado llevaba varias prendas superpuestas. Al requisarlo notaron que llevaba oculto en la zona de los genitales un revólver calibre 22 largo, plateado, con dos cartuchos en el tambor.
Al momento de su detención, los efectivos constataron que Banegas registraba además una orden para comparecer ante la justicia en el marco de una causa por lesiones, amenazas, incumplimiento de los deberes de asistencia familiar y privación ilegítima de la libertad.