Fue enviada el mes pasado al Vicario Judicial de la Arquidiócesis de Salta. En varias páginas asegura que la encargada de la Virgen del Cerro y su marido instalaron un régimen de terror dentro del Convento San Bernardo que incluyó amenazas y maltrato.
Una carta de una ex carmelita que estuvo en el Convento San Bernardo durante más de treinta años brinda detalles muy profundos del día a día en el lugar, y apunta a María Livia Galiano y a su marido, Carlos Obeid, ambos conocidos por ser quienes manejan todo lo referido a la Virgen del Cerro, como manipuladores y maltratadores de las monjas de clausura con un solo objetivo: dinero.
La carta fue difundida este martes por el diario La Nación. En la misma se pueden leer detalles muy duros contra María Livia de esta monja que estuvo en el convento entre julio de 1991 y diciembre de 2022.
En el texto, de varias páginas y enviado al Vicario Judicial de la Arquidiócesis, la mujer asegura que desde 2014 María Livia «provocó un cambio total en la vida diaria del Convento».
«Nos manipuló espiritual y moralmente, transformando nuestra conciencia, a través de mentiras y amenazas, arrastrando a las Madres en el mismo camino», agregó.
En la carta, la religiosa relata hechos de maltrato y amenazas y hechos poco claros, como la obligación a firmar una hoja en blanco delante de un escribano y noticias que llegaban, como la pérdida total del dinero que tenían guardado.
«Utilizó el nombre de la Santísima Virgen para lograr sus objetivos, diciéndonos constantemente que esto era lo que la Virgen nos pedía», siguió. Y agregó: «Habló mal y con desprecio de toda persona que se opusiera a sus disposiciones, no importando si se trataba de laicos, religiosos o sacerdotes».
«Consulté por qué tanto hostigamiento contra mi persona», escribió. Y relató que la respuesta que recibió de otra religiosa fue: «Por plata, todo es por plata».
«Mi apreciación según todo lo expuesto es que tanto las hermanas del monasterio como los servidores del cerro sufrimos una constante manipulación en nombre de la Santísima Virgen de parte de la Sra. María Livia y su conyugue Carlos Obeid, para su beneficio personal», agrega al final del texto.