La medida fue ordenada tras nueve años de conflicto legal por la titularidad de la compañía de transporte. Un veedor judicial, junto con autoridades locales, acudieron ayer a las instalaciones para analizar la situación financiera y operativa.
La justicia decidió intervenir la empresa de transporte Urkupiña debido a un prolongado conflicto legal entre herederos que se extiende por más de nueve años. Cristián Severich, uno de los involucrados en la disputa, manifestó que se encuentra en litigio con Rubén Severich por la titularidad de la compañía en el marco de un juicio sucesorio.
«Estamos solicitando la posesión de la empresa y realizando todos los trámites. No nos quieren dar información de nada, como siempre. El señor Rubén Severich aduce estar en Salta y no quiere dar la información», explicó Cristián al periodista Raúl Costes. Como parte de la intervención judicial, ayer se hicieron presentes en las instalaciones de la empresa una veedora judicial, el juez de paz, una abogada y una contadora para evaluar la situación, cuyos informes serán remitidos al juzgado que tomará la decisión final sobre la titularidad.
Cristián Severich también denunció que Rubén habría creado una empresa paralela de transporte denominada San Francisco, la cual, según afirma, no cuenta con habilitación de la Autoridad Metropolitana de Transporte. Adicionalmente, lo acusó de desviar fondos de Urkupiña para financiar esta nueva empresa, lo que estaría afectando negativamente la calidad del servicio que presta la compañía original.
