La histórica sequía del río tripartito afecta a las comunidades de Argentina, Bolivia y Paraguay, que sufren la falta de agua, alimentos y recursos. El gobierno provincial espera que las lluvias pronosticadas para el fin de semana alivien la situación.
El río Pilcomayo, que nace en Bolivia y atraviesa Argentina y Paraguay, está viviendo una de las peores sequías de su historia, que pone en riesgo la supervivencia de miles de personas que habitan sus márgenes. El caudal del río es tan bajo que en algunos tramos se ha secado completamente, dejando un paisaje desolador y una grave crisis humanitaria.
Según el Sistema de Alerta Temprana del Río Pilcomayo, la presente bajante del río es “extraordinaria” y se debe a la falta de lluvias en la cuenca alta desde 2019. El director de Recursos Hídricos de la Provincia de Salta, Mauricio Romero, afirmó que la única solución es que llueva en las partes altas de Bolivia, ya que también el río Bermejo está en una situación crítica.
En Salta, la situación es “desesperante” según los criollos e indígenas de Santa Victoria Este, que padecen no sólo la desnutrición, las enfermedades como el dengue, la contaminación del río sino también ahora la falta de agua. Los animales de cría han comenzado a morir y no se puede acceder al recurso alimenticio ancestral, que son los peces, porque ya se murieron.
El río actualmente ingresa a suelo salteño por Hito 1 con poca agua y a medida que baja hacia el este su caudal va desapareciendo. Apenas es un rastro en Misión La Paz, en el puente internacional que la une a la localidad paraguaya de Pozo Hondo, y se seca completamente unos kilómetros más abajo en Las Vertientes. Cuando llega a suelo formoseño el río ya es sólo un rastro que parte el monte.
Países vecinos
En Paraguay, el río Pilcomayo también ha dejado de correr frente al muro de contención de Pozo Hondo, lo que ha generado un impacto ambiental y social negativo. Los pobladores han denunciado la muerte masiva de peces y la escasez de agua potable. Además, han expresado su preocupación por el posible desborde del río cuando vuelva a llover.
En Bolivia, la provincia de Chuquisaca ha sido afectada por una intensa y prolongada sequía en la zona del Chaco boliviano, donde se perdieron casi 9 mil cabezas de ganado bovino. El monte del Chaco americano se ha transformado en un desolado paisaje desértico, amenazando la producción local, no solo de ganado vacuno sino también del sábalo.
Ojalá que llueva
Ante este panorama desalentador, las autoridades provinciales esperan que las lluvias pronosticadas para el fin de semana por el Servicio Meteorológico Nacional alivien la situación. Según el organismo, se esperan fuertes tormentas para las provincias del norte a partir del domingo, lo que podría aumentar el caudal del río Pilcomayo y mejorar las condiciones de vida de las comunidades afectadas.