Se forman filas desde la madrugada en la dependencia local de Avenida Belgrano. Hubo gente descompensada por la espera. La gestión de Javier Milei tiene sólo dos empleados que no dan abasto.
Por estos días, la oficina de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación en Salta, en Avenida Belgrano al 500, es reflejo de la crueldad de la gestión de Javier Milei con los que menos tienen. En ese lugar, cada día se forman filas extensas desde la madrugada. Son salteños y salteñas que deben renovar sus pensiones de discapacidad y que esperan horas y horas, a veces sin recibir atención.
FM Aries informó que son decenas las personas que pasan la noche esperando que se abran las puertas de las oficinas, a las 8 de la mañana. Buscan respuestas, información y atención sobre las pensiones por discapacidad, en medio de un proceso de revisión y actualización que sembró incertidumbre.
La emisora agregó que muchos llegan desde el interior o desde distintos barrios de la ciudad y no todos logran ser atendidos.
«Estuve ayer hasta las tres de la tarde y no me dieron ni un número», dijo una mujer, que al día siguiente llegó a la 1.30 de la mañana para ser atendida. Otra mujer dijo que aguardó toda la noche y denunció haber recibido un mensaje donde le aseguraban atención hasta las 16, pero en la sede cerraron a las 13.
Quizás uno de los problemas sea la poca cantidad de trabajadores que hay en las oficinas. Apenas dos empleadas entre 8 y las 13. «Ayer hubo gente descompensada, vinieron ambulancias, vino la policía, pero aún así no atendieron a todos», contó otra mujer.
El trámite que deben hacer apunta a acreditar nuevamente la condición de discapacidad para continuar percibiendo la pensión nacional, que equivale a un 70 por ciento del salario mínimo y que ronda actualmente los $290 mil mensuales.