La jefa comunal de Salta recorta recursos a los Centros Integradores Comunitarios de 6 barrios de la capital salteña, entre otras dependencias, en un 70%, mientras otorgó más de 5 millones a su secretario para que arregle maquinarias ajenas.
A poco de terminar su gestión como intendenta de Salta, Bettina Romero tomó una polémica decisión: recortó en un 70% los fondos para las dependencias municipales, incluidos los Centros Integradores Comunitarios (CIC) en los barrios. Pero al mismo tiempo, benefició con más de $5 millones a uno de sus funcionarios.
La drástica reducción presupuestaria fue dispuesta por el secretario de Economía municipal y afectará el funcionamiento de muchas áreas del Ejecutivo local. Los CIC, espacios barriales que brindan asistencia e integración a los vecinos, son los más perjudicados. Su capacidad operativa quedará seriamente limitada.
Mientras tanto, el secretario de Servicios Públicos, Aroldo Tonini, recibió una jugosa partida extra de $5.6 millones supuestamente para reparar maquinarias en el Parque Industrial.
La polémica resolución se conoció en la última edición del Boletín Oficial municipal. Fue firmada por el funcionario Daniel Amador, quien la justificó en «razones presupuestarias».
Pero lejos de ser una medida de austeridad, el recorte en las cajas chicas de los CIC contrasta con el generoso refuerzo a Tonini. Un claroscuro final para la gestión de Romero.
