La policía de Cafayate llora la partida de un miembro invaluable de su fuerza. El Sargento Camilo, un can que se convirtió en un símbolo de lealtad y valentía, falleció trágicamente tras ser envenenado.
La conmovedora historia de Camilo, un perro callejero que se ganó el corazón de la comunidad, ha conmovido a Cafayate. Adoptado por la comisaría local, se convirtió en un miembro leal de la fuerza policial, acompañando a los oficiales en patrullas y manteniendo el orden con su dedicación y habilidades.
Desde la prensa cafayateña narraron su historia. Camilo llegó como un cachorro a la terminal de Cafayate, donde encontró refugio y cariño entre los trabajadores, empleados municipales, chóferes y viajantes. Su rutina estaba marcada por los horarios de llegada de los colectivos, de donde recibía su ración de alimento diaria.
En un giro del destino, alguien lo llevó a Angastaco en busca de un hogar, pero Camilo ya había encontrado su lugar en la terminal. Decidió regresar por sus propios medios, llegando sucio y flaco después del viaje. A pesar de la pandemia y el cierre de la terminal, Camilo no perdió las ganas de vivir y encontró un nuevo refugio en la comisaría de Cafayate.
Allí, fue nuevamente acogido. Poco a poco, se convirtió en parte de la fuerza policial, acompañando a los oficiales en sus labores y recibiendo el título honorífico de Sargento por su dedicación y habilidades.
«Según fuentes policiales el fallecimiento se produjo este jueves cerca de las 3:00 y se presume que resultó víctima de envenenamiento y se suma a una lista de varias mascotas que han sido envenenadas durante la semana», indicó Radio Cafayate. Ayer en horas de la noche le realizaron una despedida con presencia de los miembros de la fuerza.