Santiago Saenz es la firma salteña que compró en 2016 La Fármaco. En el mercado vende productos como desodorantes, jabones y suavizantes.
Los tradicionales productos de higiene personal de la marca Veritas, entre ellos talcos, desodorantes y jabones, transitan una crisis por la caída del consumo y los costos de producción. Tal es así que analizan nuevos acreedores sobre la empresa a cargo.
La compañía salteña Santiago Saenz compró en 2016 La Fármaco a la multinacional Unilever. Pero en abril presentó ante la Justicia comercial la apertura del concurso preventivo de acreedores. Tienen deudas millonarias que hacen que la continuidad de Véritas y otras marcas estén en dudas.
«A mayo, según los registros del BCRA, Santiago Sáenz muestra una deuda bancaria total de $375 millones, el 83% en situación 4 (con alto riesgo de insolvencia), el 11% en situación 3 (con problemas / riesgo medio) y sólo el 6% en situación 1 (normal, sin atrasos en los pagos). Al mismo tiempo, muestra 12 cheques rechazados por falta de fondos por un total de $267.400», detalla el portal Ámbito.com.
Como muchísimas otras empresas, las plantas de la compañía encargada de la producción de artículos de limpieza e higiene personal está funcionando a menor ritmo. De hecho, en el mundo empresarial resuena cada vez más la queja por la pérdida en la productividad. Más de 300 empleados están en situación de incertidumbre.