Es en Rosario de Lerma, donde los vecinos deberán pagar más impuestos, mientras que los ediles ahora cobrarán una suma muy superior a la que venían percibiendo. En el recinto aseguran que no fue incremento sino «actualización».
El salario no crece, los impuestos suben, hay despidos e incertidumbre, y los concejales se aumentan los sueldos. ¿Cómo no va a haber bronca entre algunos vecinos de Rosario de Lerma en ese contexto?
Esa localidad del interior salteño vive días de polémica por esa decisión de los ediles, que pasaron de ganar 75 mil pesos a 250 mil y además hoy aprobarían un impuestazo del 200 por ciento.
En Nuevo Diario habló Nancy Gómez, referente del grupo de vecinos autoconvocados de Rosario de Lerma, quien señaló que se despidieron a más de 300 personas de la Municipalidad que lidera el «Topo» Ramos, entre contratados, planta permanente y temporarios. Y agregó que todavía no hay jefe o director de Cultura, ni Deportes, ni tampoco secretario de Hacienda ni asesor legal o tesorero municipal.
«El intendente Ramos dio de baja a muchísimas personas que hace más de veinte años estaban trabajando en carácter de contratados e incluso que eran sus propios contratados», agregó.
En el mismo medio brindó testimonio la concejala Romina Choque, representante de La Libertad Avanza, quien dijo que no hubo suba de salario para ellos sino «actualizaciones».
«Son actualizaciones, ya que el presupuesto sigue vigente del año 2023», dijo, y agregó que como «se hizo una reducción de 45 empleados a sólo diez», la partida presupuestaria «se distribuye en menos personas».