El animal cayó sobre el asfalto mientras tiraba de un carro en la intersección de San Martín y Coronel Vidt. El incidente ocurrió el martes al mediodía frente a numerosos testigos que presenciaron impotentes el desplome.
El equino, visiblemente agotado, se derrumbó mientras arrastraba un carro pesado en una de las principales arterias de la ciudad. Según testigos, el conductor del vehículo intentó mover al animal hacia la vereda, pero éste carecía de fuerzas para incorporarse por sí mismo.
«Estaba tirando con lo último que tenía. Se notaba que no podía más», relató un testigo a El Tribuno. El incidente ha reavivado el debate sobre la tracción a sangre, práctica prohibida en la capital salteña desde 2014 por iniciativa del actual gobernador Gustavo Sáenz, pero que continúa siendo común en localidades del interior como Metán, Rosario de la Frontera, Orán y Tartagal.
Organizaciones salteña de protección animal denunciaron que esta práctica constituye maltrato sistemático hacia los equinos. «Estos caballos no están bien alimentados, trabajan hasta el desvanecimiento y muchas veces son golpeados. Es explotación, no trabajo», señaló una referente de una ONG dedicada a la causa.
El reclamo se dirige ahora a la Legislatura provincial, exigiendo una normativa que prohíba definitivamente el uso de animales para transporte de cargas en todo el territorio salteño. Mientras no exista una ley homogénea que iguale la protección animal en la provincia, advierten los activistas, escenas como la ocurrida en Metán continuarán repitiéndose como señal de una discusión que no puede seguir postergándose.