Trabajadores de medios y músicos locales expresan su malestar por situaciones de «destrato» y falta de condiciones durante el festival. Reclaman a la Municipalidad.
La 50a edición de la tradicional Serenata a Cafayate terminó entre polémicas y reclamos. Es que artistas locales y trabajadores de prensa salieron a denunciar públicamente maltrato, discriminación y falta de condiciones para realizar su trabajo durante el evento que convoca a miles de personas en la localidad salteña.
A través de un duro comunicado, el sindicato local de medios reclamó «destrato» por parte de funcionarios municipales a cargo de la coordinación con la prensa, lo que afectó la cobertura del festival. Entre las situaciones irregulares, mencionaron restricciones al ingreso y circulación en el predio, falta de baños y de un espacio adecuado para trabajar.
Pero los reclamos no terminaron ahí. Varios artistas, especialmente locales, relataron episodios de malos tratos y discriminación en los camarines y backstage por parte de los organizadores. El caso más resonante fue el del dúo folklórico Iskay Huayra, a quienes se les impidió ir al baño antes de su show y ni siquiera les dieron agua al finalizar su actuación.
Ante esta ola de quejas, los afectados convocaron a sumar más testimonios y preparan un reclamo formal a las autoridades municipales, apuntando a identificar y sancionar a los responsables de esta situación que empañó una nueva edición de la fiesta provincial.