El principal organismo de investigación científica de Argentina perdió 1.055 trabajadores en lo que va del año. La cifra incluye 598 investigadores de carrera y 457 entre becarios y personal administrativo.
La significativa reducción de personal en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) marca un hito sin precedentes en las últimas dos décadas, según revela el último informe de Evolución de Empleo y Recursos Humanos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Este descenso forma parte de una tendencia general que afecta a todo el sector científico público, que ya perdió 2.696 empleos desde diciembre de 2023.
La contracción laboral también impacta a otros organismos científicos del país, siendo el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) el segundo más afectado con 673 bajas. La Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, el Servicio Meteorológico Nacional y la Agencia I+D+i también experimentaron reducciones significativas en sus plantillas durante los últimos nueve meses.
Esta situación está provocando una nueva «fuga de cerebros» del país. Investigadores como Carolina Marvaldi, especialista en Ciencias de la Salud, y Alejandro Díaz-Caro, matemático repatriado en 2014, ya han confirmado su partida hacia Estados Unidos y Francia respectivamente, debido a la falta de financiamiento y oportunidades para continuar sus investigaciones en Argentina.
El panorama se agrava ante la revelación de que la función Ciencia y Tecnología del Presupuesto Nacional registró este año la mayor caída de su historia, con una reducción del 31,3% en términos reales, ubicándose en apenas 0,216% del PBI. Esta situación ha generado protestas del sector científico, incluyendo una presentación reciente de miembros del directorio del Conicet e investigadores ante la Cámara de Diputados para solicitar un aumento en las partidas presupuestarias.