La elevación a juicio fue solicitada por la fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke. La causa que tiene como imputados a los agentes William Emanuel Arce, Cristian Ríos, Cristian Salva y Diego Almeda.
Las cosas parecen haber empezado a cambiar en esa Fiscalía. Debemos recordar que la misma tenía como titular a Gustavo Vilar Rey, quien fue desplazado luego de que una auditoría interna descubriera que de 2.065 causas ingresadas allí durante todo 2019 y el primer trimestre del 2020, se resolvieron solo 97 (menos del 5%).
Fue entonces cuando asumió en el cargo Verónica Simesen de Bielke para agilizar las causas que investiga las violaciones, vejaciones y abusos que cometen efectivos policiales. Fue ella quien pidió la elevación a juicio de los policías que protagonizaron un lamentable hecho durante la noche del 2 de agosto de 2018 en las afueras del Hospital Papa Francisco.
Allí fueron abordados por un camión que realizaba la entrega rápida de DNI y uno de los ocupantes del mismo se bajó del rodado para consultarle a los uniformados sobre el horario de atención del nosocomio. La repuesta de un agente fue “qué puta te importa”, a lo que el denunciante le respondió “qué te pasa a vos, gil”, tras lo cual ingresó al vehículo en el que estaban su amigo y su hermano.
“Seguidamente, apareció un móvil policial del cual descendieron cuatro uniformados, y a los pocos minutos llegó otro móvil, al que se sumó el primer policía. En ese momento, abrieron la puerta del vehículo y sacaron al denunciante por la fuerza, a quien tiraron al piso, esposaron y patearon. Posteriormente, lo subieron en la caja de uno de los móviles, donde uno de los uniformados le pisó la cabeza y otro la rodilla”, reseñó el sitio de los fiscales penales de Salta.
El denunciante expresó que le tiraron gas pimienta, que su hermano y su amigo fueron subidos a otro móvil y que él fue llevado a la Comisaría de barrio Solidaridad y luego a la dependencia de Democracia, donde le volvieron a pegar. “Más tarde, fue llevado al Centro de Contraventores, donde lo examinó un médico que lo derivó al Hospital San Bernardo y luego fue ingresado en la Alcaidía General de la Provincia”, dice el informe.
Simesen de Bielke destacó en su pedido que el deber del personal policial es mantener el orden público y el resguardo físico y psíquico de las personas, por lo que se evidenció una actitud totalmente contraria y también la autoría responsable del hecho endilgado, ya que con su accionar, los acusados provocaron lesiones al damnificado, a quien oprimieron con medidas arbitrarias.