Hábiles con el cuchillo, faenaban en el acto y luego vendían la carne de manera clandestina a negocios de la zona.
Según informa el Ministerio Público Fiscal de Salta, el lunes pasado se radicaba la denuncia en la subcomisaría de El Quebrachal: Tres vacas muertas y faenadas a la puerta de una finca. El damnificado adujo que no era la primera vez que pasaba. Esta vez colmaron su paciencia.
A los restos de los vacunos los hallaron esparcidos, y entre ellos la marca con la que el dueño reconoció a sus vaquitas. El denunciante presentó la documentación del animal y la policía tomó los datos.
En la Fiscalía Penal de Joaquín V. González, el fiscal interino Oscar López Ibarra dio intervención a la División de Policía Rural y Ambiental. Según aseguran desde la fiscalía, los investigadores hallaron en el lugar “rastros dejados para cometer el ilícito como cable, huellas de un auto, trapos entre otros elementos”.
Una vez siguieron la pista, llegaron hasta una carnicería de barrio Fonavi V. Una vez consultado el dueño, cantó como gorrión: le había comprado la carne a dos sujetos que la transportaban en un Renault. No era la primera vez que lo hacía.
Al parecer la carne estaba muy buena, porque al carnicero le quedaban sólo 30 kilos, el resto había sido vendido y para ese momento seguramente ya era asado. Igual se la decomisaron. El médico de la poli determinó que “no estaba apto para consumo humano, por tener origen de una faena clandestina”.
Tras todo este periplo investigativo, y con treinta kilos de carne decomisada, los policías no detuvieron la pesquisa. Estaban cerca de encontrar a los sospechosos. No tardaron mucho, porque el mismo día que “interrogaron” al carnicero, dieron con los cuatreros: Cristian Iván Palma (23) alias “Rana” y Darío Vicente López (24), sin alias conocido.
Ambos jóvenes el pasado martes fueron imputados por el fiscal López Ibarra. Se ordenó la detención y la intervención del Juzgado de Garantías en turno.