Más de la mitad de la población argentina se encuentra bajo la línea de pobreza. Expertos advierten que Salta supera las alarmantes cifras agudizadas en localidades del interior provincial.
La provincia de Salta no solo se posiciona como una de las más pobres del país, sino también como la más desigual. Según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), en Argentina la pobreza alcanzó el 55,5% en el primer trimestre de 2024, mientras que la indigencia se elevó al 17,5%, dejando a casi 25 millones de personas sin poder cubrir la canasta básica total.
En Salta los números muestran que esta realidad adquiere matices aún más preocupantes cuando se analiza la distribución de la pobreza dentro de la propia provincia. «Las personas que viven en el interior son un 50 por ciento más pobres que quienes residen en la Capital, y esta incidencia es la mayor de Argentina», advirtió Carla Arévalo, doctora en Economía Demográfica, investigadora del CONICET y docente de la UNSa.
En una entrevista con Radio Salta, Arévalo destacó que «la gran franja de personas pobres en el país no son desempleados; todo lo contrario, ese sector está conformado por trabajadores cuyos salarios no alcanzan para salir de la pobreza». Si bien la especialista no vislumbra una reactivación a corto plazo, señaló como un hecho esperanzador las cifras que indican una leve baja de la pobreza estructural.
No obstante, voces autorizadas como el padre Javier Cruz, vicepresidente de Cáritas, afirmaron a esa misma emisora que «la pobreza en Salta es superior a los números de las encuestas». Al ser consultado sobre las cifras nacionales, estimó que el 65% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza y el 21% son indigentes. Cruz aseguró: «Sin duda, la realidad supera a esos números, y esto no es de ahora, viene desde hace tiempo».