Lo admitió un gendarme en el juicio que se le sigue al “Clan” conformado por los hermanos Delfin y Raúl más otras cinco personas acusadas de traficar droga y lavar activos provenientes de esta actividad.
Se llevó adelante una nueva jornada del juicio se lleva adelante en el Tribunal Oral en lo Federal N° 1 contra las siete personas acusadas de integrar esa red criminal. En cada una de ellas, los testimonios dan cuenta de lo mismo: el “Clan” destinaba dinero para reclutar y corromper a parte de la burocracia estatal encargada de combatirlo y por lo tanto contaba con una infraestructura que no tenía mucho para envidiarle al propio Estado.
«Es un hecho que el señor Castedo tenía contactos judiciales y policiales», afirmó ayer un comandante de Gendarmería Nacional que investigó a la organización comandada por Delfín Castedo. El comandante integro desde el 2015 el equipo formado para dar con el paradero del entonces prófugo Delfín Castedo y refirió datos que obtuvieron en las escuchas telefónicas. “Aseguró que el Clan tenía vínculos con funcionarios judiciales y de las fuerzas de seguridad, que le pasaban información sobre los pasos de la investigación y reveló que Viviana Pascuzzo, quien fuera pareja de Delfín Castedo, y el abogado Mariano Alvarez, defensor de los hermanos, hablaban de presionar al juez federal subrogante en Orán, Gustavo Montoya” destacó la cobertura de la periodista Elena Corvalan que fue publicado hoy en la sección local del diario Página 12.
Durante la jornada del juicio realizada a principios de febrero, dos testigos que participaron en la captura de Castedo en provincia de Buenos Aires habían remarcado lo mismo: el uso que hacía el jefe del clan para apretar o corromper a agentes del Estado que debían combatirlo. Esos testigos que también accedieron a escuchas declararon que Castedo autorizaba a sus subordinados a arreglar coimas a policías y hasta un comisario de apellido González; que Eduardo “Pinto” Torino (una suerte de administrador de los asuntos de Castedo que también es juzgado) amenazaba al fiscal penal provincial Armando Cazón con apelar a contactos en la Justicia para que le hagan in jury de enjuiciamiento cuando no aceleraba causas que convenían a Castedo; que otros subordinados visitaban a personas que debían declarar en la justicia con el objeto de que morigeraran las mismas.