Con distintos grados de apertura por provincia y ciudad, pero sin clases y con cuidados estrictos para mayores de 70 años. Los datos que tendrán en cuenta nación y la decisión de cada gobernador.
En las redacciones de los medios nacionales ya circulan los criterios que tendrá el gobierno nacional para la etapa que se abrirá a partir del próximo lunes 27 de abril. “El modelo, que termina de diseñar el comité de emergencia por el COVID-19, fijará criterios según población, actividad económica y comercial, transporte y situación epidemiológica. Son parámetros cruzados”, resumió el periodista Pablo Ibáñez de Clarín.
«¿Tiene sentido que una ciudad donde no hay casos ni circulación del virus, siga con los comercios cerrados? No. Pero hay que ser cuidadosos y controlar bien para que el virus no llegue», explican los funcionarios. Dan otro ejemplo. Una industria PyME, en Santa Rosa o en Paraná, que no está en un cordón industrial, con 10 empleados que no van a trabajar en colectivos, podría volver a abrir, siempre con protocolos sanitarios. «No parece recomendable autorizar industrias con 200 empleados. En los países donde se hizo, tuvieron que volver a cerrar», aclaran también.
Lo que no habrá es clases y tampoco está previsto que vuelva el transporte interjurisdiccional de media y larga distancia. “Habrá una cadena de instancias de definición: el gobierno nacional hará un mapeo sobre qué actividad podrá retomarse en determinadas condiciones, pero la decisión final será de los gobernadores que tendrán facultad para disponer, o no, la apertura”, resalta el artículo.
La cuarentena fase cuatro potenciará el rol y la definición de cada gobierno local sobre lo más conveniente en su territorio. Lo de esta semana sirve como ensayo. Nación recolectó pedidos de las provincias, evaluó desde lo sanitario qué se podían autorizar y habilitó algunas -a varias dijo que no- pero dejó el criterio final a las provincias y los municipios.
Otro detalle: hasta ahora, en el comité de expertos que asesoran al presidente, hay varios infectólogos y se incorporarán epidemiólogos. Los segundos, especialistas en epidemias, serán clave en la definición de los elementos para la cuarentena focalizada.
– La situación epidemiológica, respecto a si hay casos confirmados, hubo sospechosos, viajeros en el último tiempo, a partir de lo cual se puede determinar si hay, o no, circulación comunitaria del virus. En el gobierno dicen que con la descentralización de los testeos y la incorporación de test rápidos, se podría establecer con más exactitud el cuadro epidemiológico de cada provincia.
– El nivel de concentración de población: a mayor volumen de gente, más riesgo y más difícil que se controlen los protocolos y medidas sanitarias. Las ciudades chicas y los pueblos son, por eso, los que podrían flexibilizar antes.
– La conexión con otras ciudades. Aunque no vuelva el transporte interjurisdiccional, el nivel de vínculo -y cercanía- con otras poblaciones puede ser determinante, porque incrementa la posible circulación del virus. Se priorizará las zonas donde la circulación sea personal o de grupos chicos.
– El nivel de actividad económica y comercial, según la concentración y la circulación de empleados y potenciales clientes. Vale el criterio de zonas muy pobladas, que seguirían con cuarentena administrada. El ejemplo de más arriba vale: industrias pequeñas, que no sumen usuarios al transporte público.