Se ordenó un nuevo pronunciamiento contra la oficial Gimena Antonia Núñez tras considerar que se minimizaron pruebas cruciales. La uniformada había sido condenada por falso testimonio pero absuelta del delito de encubrimiento agravado.
La Sala IV del Tribunal de Impugnación revocó la absolución de la oficial de policía Gimena Antonia Núñez por el delito de encubrimiento agravado en el caso de Cintia Fernández, tras hacer lugar al recurso presentado por el Ministerio Público Fiscal y la querella particular. El tribunal consideró que la sentencia original fragmentó indebidamente el análisis de las pruebas, impidiendo una apreciación integral de la conducta de la imputada, por lo que ordenó se dicte un nuevo pronunciamiento conforme a derecho.
Núñez, quien había sido condenada previamente a dos años de prisión condicional y cuatro años de inhabilitación especial por falso testimonio, intervino en la fase inicial posterior al hallazgo del cuerpo de Cintia Fernández ocurrido el 3 de mayo de 2011. Según determinó el tribunal, la investigación dirigida por la oficial presentó múltiples irregularidades, incluyendo la prematura orientación hacia la hipótesis del suicidio sin respaldo técnico, cuando los datos de la autopsia contradecían esta teoría.
Entre las deficiencias señaladas por los magistrados se destaca la falta de preservación adecuada del lugar del hecho, permitiendo la contaminación de elementos probatorios potencialmente relevantes. También se cuestionó la ausencia de secuestro de prendas masculinas, mate y documentación sobre trata de personas encontrados en la escena, objetos que tenían vinculación con Mario Condorí, posteriormente condenado en la causa.
La fiscalía sostuvo que la conducta de la acusada reveló una «inocultable actitud corporativa», mientras que la querella señaló el ocultamiento de la vinculación personal entre Núñez y Condorí, circunstancia que afectaba su objetividad e idoneidad para conducir la investigación. También se cuestionó que durante un registro en el domicilio de Condorí, la oficial se limitara a secuestrar únicamente la motocicleta y el arma reglamentaria, omitiendo incautar dos teléfonos celulares.
Los magistrados también consideraron probado que las zapatillas secuestradas a Raúl Puca, que contenían restos biológicos de la víctima, permanecieron bajo custodia exclusiva de Núñez hasta su elevación. Adicionalmente, se señaló que la oficial exigió una estampilla profesional como modo de impedir la presencia de abogados en actos administrativos, evidenciando lo que el tribunal consideró un claro direccionamiento de la investigación hacia la hipótesis del suicidio.