El informe fue leído ayer en la sesión de la cámara baja nacional por la diputada Graciela Camaño, del bloque de Consenso Federal. La misma emitió un dictamen de repudio al salteño y una recomendación para evitar hechos similares.
La comisión estuvo integrada por los diputados Cristina Álvarez Rodríguez y Cecilia Moreau por el Frente de Todos; Silvia Lospennato y Miguel Bazze por Juntos por el Cambio; y Graciela Camaño por Consenso Federal. Esta última fue la encargada de leer el dictamen en el recinto, para exponer lo que definió como el resultado de «un intenso debate», porque tienen que quedar bien claro los motivos para expulsar a un diputado.
«No pretendemos que quede la idea de que se puede separar por cualquier motivo a un miembro del cuerpo. Esto tiene que quedar muy claro: debemos ser estrictos a la hora de la identificación de la inconducta. Hablamos de haber estado en presencia de un acto indigno de un exdiputado». Y citó al constitucionalista Gregorio Badeni para determinar cuando un diputado incurre en una mala conducta. «Se trata exactamente de lo contrario de lo que se estima como un buen desempeño de parte de un funcionario público».
Los diputados que oficiaron de jurados aprovecharon para pedirle a sus colegas que mantengan «plena observancia de las normas de comportamiento y decoro, tanto en el recinto de sesiones como en la plataforma de trabajo remoto durante la vigencia de la modalidad mixta, ejerciendo el cargo con la máxima responsabilidad y el debido respeto». Esto es, que mientras miren la cámara se cuiden de lo que hacen, porque cualquier descuido puede viralizarse en segundos. Y mientras el coronavirus no detenga su marcha las sesiones remotas seguirán por mucho tiempo.
La investigación encontró algunos datos llamativos: Ameri nunca reportó a la Mesa de Ayuda alguna anomalía en el sistema. Por lo tanto, su versión inicial sobre un supuesto corte de luz que lo llevó a imaginarse fuera de la sesión y perder control de sus impulsos. «Esta Comisión considera que la acción del ex diputado ha comportado una afrenta para con lo que la función legislativa, la institución y la tarea parlamentaria significan, y revela un proceder incorrecto que no se condice con lo que responsablemente aquellas exigen de quienes integramos este Cuerpo, lo que hace que quien incurriera en el mismo no se encuentre acorde a la seriedad que reviste el cargo, por cierto incompatible con ese tipo de comportamiento», señala el documento.
El documento aclara que los legisladores no tienen un régimen especial de jubilaciones y por lo tanto Ameri no podrá recuperar lo resignado por la dieta. «Se concluye la relación laboral con la Cámara cuando un/a legislador/a finaliza su mandato por cualquier causa», aclara el documento.