El referente trotskista dijo que el caso no fue algo inesperado. El acusado de asesinar al CEO de una poderosa prepaga de Estados Unidos goza de una sorprendente popularidad en ese país, que tiene la cobertura médica más cara del mundo.
Luigi Mangione pertenece a una acaudalada familia de Baltimore y posee un brillante recorrido académico. Está acusado de asesinar a Brian Thompson, director ejecutivo del poderoso seguro médico United Health Care, y de causar un profundo impacto mediático y una catarata de reflexiones sociales que debaten sobre los problemas que genera un sistema en donde la codicia es la norma y las tensiones que ello conlleva hacia el interior de una sociedad. Esto parece explicar lo ocurrido en las últimas horas: Mangione comienza a ser considerado entre los usuarios de las redes sociales de EE.UU. como un héroe que decidió enfrentar el poder de las compañías privadas de seguros.
Al respecto opinó Jorge Altamira, referente del trostkismo argentino, en diálogo con Cuarto Oscuro, el programa de radio de CUARTO.
«Estados Unidos es un país realmente muy interesante. El historial de ajustes de cuentas con bancos, con empresas ladronas o con la explotación económica es muy largo. Viene desde los bandoleros en el siglo XIX. Bonnie y Clyde, por ejemplo, era una pareja joven que asaltaba bancos y fueron admirados en Estados Unidos. Eran muy populares. También Jesse James [un asaltante de bancos que se volvió legendario en la historia del lejano oeste], casi 80 años antes. EE.UU. tiene todo un historial de este tipo de rebelión relativamente ciega, pero que expresa algo que por debajo de la superficie se va acumulando con profundidad», dijo Altamira.
«No hay que olvidar que poco después de la época de la Gran Depresión -cuando Bonnie y Clyde hicieran todo esto- estalló el movimiento huelguístico más importante de la historia de EE.UU. En concreto: la CGT norteamericana se constituyó en 1933/34 y desató las grandes huelgas automotrices que hicieron de Detroit -la capital del automóvil- una ciudadela obrera. Después, en materia cultural, se desarrollaron teatros populares a la gorra que provocaron una conmoción en la clase dominante porque las obras que pasaban, los poemas que se recitaban eran contra el orden existente. Esto también tiene un fenómeno reciente: el caso Snowden [especialista en informática y operador de la CIA que terminó revelando la red de inteligencia de su país) y otro muchacho que se rebelaron contra las agresiones militares de EE.UU. dando a conocer información secreta del Pentágono», recordó en el programa que se emite por FM La Plaza (94.9).
Hecha la introducción, Altamira dijo que el caso Luigi Mangione no sorprende. «No se trata solo de las prepagas. Empresas como Pfizer y todas las que están dedicadas a la medicina privada roban a mano armada. La atención de la salud en Estados Unidos es la más cara del mundo. Incluso en relación al poder adquisitivo del pueblo norteamericano, que puede ser mayor que el nuestro, y a pesar de ser mayor que el nuestro. En la época de la pandemia, Donald Trump evitó las cuarentenas y la emergencia de salud para no alterar los beneficios de las empresas privadas. Además, organizó un sistema de subsidios para que –especialmente Pfizer y Moderna– aceleraran el descubrimiento de la vacuna. Finalmente ganaron un montón de plata y no con una inversión de capital. Esto explica que un asesinato muy premeditado, muy a sangre fría y muy calculado –según leo en la prensa- obedeció a un acto de protesta. Y cuando es detenido, Luigi Mangione ratifica su denuncia en contra del sistema de salud”, destacó.
En ese punto, el referente trotskista volvió a echar mano a la tradición yanqui de «ajuste de cuentas», un tipo de «rebelión individual que es una expresión muy antigua de Estados Unidos que, en su nacimiento con la independencia, era una democracia agraria».
«La gente iba ocupando tierras para producir espontáneamente, no como en Argentina, donde la tierra fue acaparada por latifundistas que inmediatamente después de la independencia nacional se transformó en una república oligárquica. Allá hubo una colonización libre y en el ambiente inhóspito del campo en aquella época, los norteamericanos deliberaban como nosotros deliberamos ahora en una reunión de consorcio en la planta baja. Ellos tomaban decisiones porque el Estado no llegaba a centralizar el conjunto del país como lo hace ahora. Es lo que ellos llaman el ‘espíritu pionero’, que se mantienen en las buenas y en las malas. Es el espíritu que en forma demagógica y fascista reivindica a Trump contra la asistencia social. El fascismo en Estados Unidos explota el espíritu pionero», sentenció.
Consultado si el episodio Mangione revela también la debilidad y la impotencia de las organizaciones sociales para darle una direccionalidad política distinta a la imperante, Jorge Altamira opinó que conviene no separar y recordar que «esas organizaciones son todas como la CGT: colaboran con los gobiernos. Los sueldos de la burocracia sindical norteamericana son absolutamente fabulosos. De ahí no va a partir una solución colectiva. Ahora bien, esta solución individual, lógicamente no es una solución. No hay ninguna solución en matar a una persona. Además, él va a ir preso y puede recibir una pena extraordinaria. Pero nos está mostrando en la superficie un estado de rebelión muy profunda. Quiere decir que hay un clima de rebelión. Trump y Elon Musk son conscientes de eso y por eso, junto con Milei tienen esa verborragia contra el socialismo. Están aterrorizados por el peligro del socialismo, aunque no hay ningún síntoma político evidente de que el socialismo esté a punto de tomar el poder en ningún lugar».
Al final de la entrevista, Altamira dejó una reflexión final sobre Luigi Mangione, al que definió como una persona que posee «dignidad frente a la poca dignidad de los burócratas de las organizaciones existentes». «Lástima que personas de este tipo no hayan entendido que esta gran energía que tienen debían haberla dedicado a la construcción de programas auténticamente socialistas y revolucionarias que pelean por la causa de la mayoría explotada», finalizó.