Lo que parece una nueva fabulación azul “sucedió” en inmediaciones del cerro San Bernardo, como en otros casos. Supuestamente secuestraron 1 cigarrillo de marihuana.
En los últimos días la Policía de Salta informó, mediante su órgano de prensa, un par de procedimientos realizados de manera azarosa en inmediaciones del cerro San Bernardo. La casualidad es que uno de ellos fue idéntico al que informaron meses atrás, sólo que cambiaron los nombres de los canes y la cantidad de marihuana decomisada. Aunque no por eso dudamos de la buena fe de los oficiales que seguramente confían en esa premisa que asegura que todo público se renueva. Entonces lo que fue noticia meses atrás, hoy tranquilamente podría serlo nuevamente. El peligro radica en que con estas notas publicadas por PrensaPolSal, todo da a entender que a falta de procedimientos verdaderos, desde la policía salteña han comenzado a inventar o, mejor dicho, “refritar” casos viejos y presentarlos como nuevos.
El que ahora nos convoca mantiene la esencia de los antes mencionados: un grupo de oficiales está entrenando perros en inmediaciones del cerro San Bernardo, pasan personas y el can antinarcóticos detecta “oh, sorpresa!” que alguien (generalmente un deportista que corre) lleva un cigarrillo de marihuana entre sus pertenencias, que por supuesto será olfateado por el can y los uniformados procederán al decomiso y la demora del infractor, que en todos los casos será un joven.
La noticia publicada ayer dice: “Esta mañana Lola, un can antinarcótico que realizaba sus actividades de training y sociabilización junto a sus guías detectó que un joven llevaba entre sus pertenencias un envoltorio de marihuana. Fue demorado”. Esta introducción parece copiada y pegada de lo que fuera un procedimiento que tuvo lugar meses atrás. Inlcuso habla de envoltorios que nunca se muestran en las imágenes del procedimiento. Tampoco detallan el peso de la sustancia incautada. Pero más adelante acotan: “Lola, uno de los cachorros, detuvo su marcha cuando pasaron por una plaza ubicada en calle Gómez Recio al 600, realizando una maniobra indicando a su guía la presencia de sustancias estupefacientes cuando pasó cerca de ellos un joven corriendo. Entre sus pertenencias secuestraron un envoltorio con marihuana”. La secuencia es literalmente la misma que publicaron dos días atrás y sobre la que ya escribimos en este medio.
En definitiva, puede ser a causa de la pandemia que los procedimientos y revientes policiales a perejiles hayan disminuido. En ese caso es comprensible que la policía aplique la técnica de copiar y pegar para así rellenar su cuota de secuestros. O en el mejor de los casos, la avidez de los canes antinarcóticos está siendo aprovechada para cometer secuestros irrisorios, como los que se vienen presentando y tienen pocos gramos como parte de lo reportado. De todos modos, la policía local da nueva cuenta de su ineficiencia, tanto en materia noticiosa como investigativa.