Un informe muestra el cierre de 9.972 empresas desde noviembre de 2023 a mayo de 2024. El 99,5% de los afecta a pymes, mientras que el 70% de los empleos perdidos proviene de grandes compañías.
La economía argentina durante el primer semestre del gobierno de Javier Milei ha sido un desastre. Según el informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), 9.972 empresas, plantas de producción y negocios han cerrado sus puertas entre noviembre de 2023 y mayo de 2024. Este dato, proporcionado por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), revela que el 99,5% de los cierres (9.927 casos) corresponde a empresas con hasta 500 empleados.
La crisis golpea con fuerza al sector empresarial, pero de manera desigual. Mientras que solo 45 empresas con más de 500 trabajadores cesaron sus operaciones, representando el 0,5% de los cierres, estas grandes compañías son responsables del 70% de los empleos perdidos en el período. En cifras concretas, 186.357 trabajadores registrados de grandes empresas perdieron su empleo, frente a 78.951 de empresas más pequeñas.
El impacto en el mercado laboral es contundente: se registra una pérdida total de 265.308 puestos de trabajo. Esta cifra supera significativamente la estimación del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que reportó una disminución de 175.700 empleos. En términos porcentuales, las empresas de más de 500 trabajadores redujeron su personal un 3,90%, pasando de 4.782.973 a 4.596.616 empleados.
Las empresas de menor tamaño, por su parte, muestran una reducción menos drástica. Su plantilla disminuyó un 1,56%, pasando de 5.074.200 a 4.995.249 trabajadores. Este comportamiento se explica, según las cámaras empresariales, por la reticencia de las pymes a despedir personal, considerando que implica una pérdida de inversión en capacitación y una reducción en su capacidad de respuesta ante posibles mejoras en la demanda.
El panorama económico argentino se presenta sombrío, con una recesión que impacta de manera diferenciada según el tamaño de las empresas. Las cifras revelan una paradoja: mientras las pymes lideran en cantidad de cierres, son las grandes empresas las que más contribuyen a la pérdida de empleos. Este escenario plantea desafíos significativos para la recuperación económica y la preservación del tejido empresarial y laboral del país.
