El gerente de Relaciones Institucionales, Hugo González, explicó que en el primer mes de cuarentena parte del personal de Edesa no leyó los medidores y las facturaciones se hicieron de acuerdo a estimaciones. Promete reconocer montos mal facturados.
Parece una broma de mal gusto, pero no lo es. Sobre todo, porque los perjudicados son los de siempre (los usuarios) y los ventajeros también: los empresarios. Resulta que las boletas de luz de marzo se calcularon según estimaciones del consumo de febrero.
De allí que miles de salteños se vieran sorprendidos cuando la semana pasada recibieron en sus domicilios la boleta de Edesa y observaron una sobrefacturación que obedeció a una práctica desopilante: como los trabajadores de EDESA no pudieron revisar los medidores por el aislamiento obligatorio, los cráneos de la empresa resolvieron la situación calculando cuánto consumieron los domicilios. El cálculo, por supuesto, favoreció a la propia empresa.
Ante el escándalo que generó la sobrefacturación, la empresa prometió que respecto de abril – cuando los operarios retomaron sus actividades – se hará un control exacto de los medidores para reintegrar en la próxima boleta de luz los montos mal facturados. Eso sí, González explicó que los aumentos registrados en los últimos meses están relacionados con un mayor consumo y no con el aumento de la tarifa, aunque no dijo cómo llevaron adelante la precisa medición.
Asimismo, el Gerente de la empresa instó a los usuarios a revisar los consumos realizados en el margen izquierdo de la boleta. Allí se detalla la cantidad de kilovatios consumidos por el hogar. Los consumidores afectados deben enviar un mail a la dirección tramitecomercial@edesa.com.ar haciendo el reclamo correspondiente.