El historiador Carlos Abrahan analiza el proceso de organización y lucha de trabajadores provinciales vinculados al marxismo: gremios, cooperativas, acción política y lucha contra el régimen y la iglesia de fines del siglo XIX e inicios del XX.
El artículo de Abrahan puede leerse en la revista “Historia para todos”. Allí encontramos una introducción donde resalta que los estudios sobre el socialismo y su influencia social escasean en términos generales y muy particularmente en Salta donde los libros al respecto se cuentan con los dedos de una mano. Allí también se precisan conceptos teóricos.
A continuación, le siguen secciones que buscan identificar vasos comunicantes entre la historia regional y el todo nacional y hasta internacional. “Clase obrera, segunda internacional y revolución rusa ( (1895-1905)” es uno de los subtítulos; el otro se denomina “Clase obrera y socialismo en Argentina (1895-1905)”; y hay un tercero titulado “El partido Socialista y el interior”. A ellos le siguen las secciones que describen y organizan la organización de los trabajadores salteños que adhieren al socialismo y el escenario en el que se desarrollaron los mismos. Este último se titula “Rasgos de la estructura económica, clases sociales y régimen político en Salta; fines del siglo XIX y principios del siglo XX” que pincela bien la sociedad salteña de entonces.
Ese capítulo reúne datos muy importantes, aunque por su extensión no tenemos más remedio que resumirlo. “Según el Censo Nacional de 1895, la provincia de Salta alcanza los 118.015 habitantes con una población rural de 101.343 y urbana de 16.672, está ultima correspondía en su totalidad a la ciudad de Salta. Para 1914, el total es 140.927 personas; 110.480 rural y 30.447 urbana, esta última comprendía ciudad de Salta y Gral. Güemes. Superioridad de población rural, crecimiento urbano muy por debajo de la media nacional, baja densidad poblacional y concentrada en el Valle de Lerma emergen como rasgos generales de la población” destaca Abrahan.
“La distribución de la población según la división del trabajo social en Salta para 1895 es la siguiente: población agrícola: 22.996; industrial y comercial: 18.884; no productiva 8.753. La población agrícola viene en crecimiento desde 1869 (según el censo) lo que estaría indicando la expansión del capitalismo en extensión, con la conquista de nuevas tierras (por ejemplo, chaco salteño) y desarrollo de la agricultura como rama de la industria (Iñigo Carrera; 2010:14)”.
“A fines de siglo XIX, las actividades rurales en valores de exportación estaban encabezadas casi exclusivamente por la ganadería y las manufacturas derivadas de ella (venta de suelas). Existían una serie de pequeñas fábricas y talleres artesanales que se distribuían a largo de la provincia: las vinculadas a la ganadería (herrajes de ganado y herrería), aserraderos en el norte provincial con 700 operarios en total, curtiembres en toda la provincia con 600 trabajadores, talabarterías, lomillerías, zurradores con 300 artesanos; y los molinos harineros donde trabajan 500 personas, ubicados en los Valles Calchaquíes y Lerma. La industria vitivinícola, en los Valles Calchaquíes, tiene dificultades para su desarrollo por falta de infraestructura e innovaciones técnicas; y la industria tabacalera no superaban los 100 trabajadores en la toda la provincia, la mayoría mujeres y niños”.
“Hacia 1920 existen dos ingenios azucareros, en la rama productiva, el “San Isidro” y “San Martin del Tabacal” propiedad de familias (Cornejo y Patrón Costas) de la burguesía salteña. Donde se explotaba el trabajo de los indígenas, como observó Bialet Maseé”.
(…) A fines del siglo XIX, la clase obrera rural trabaja por cierto precio o salario que pueden ser por un tiempo diario, quincenal, mensual o por un año; y también a destajo. El patrón rural debía anotar en su libro de cuenta de peones la partida de conchabo y otros datos. Según su función y actividad existen diversos trabajadores rurales: el puestero (guardador de ganado), los agregados y los arrenderos. La mayoría de ellos, incluyendo mujeres e hijos, formaban la masa de explotados rurales que pagaban con su obligación de trabajo la pequeña tierra que ocupaba desde tiempos antiguos, recibiendo como única compensación “el alimento” en el rancho comunitario de la estancia.
“El Estado por medio de los edictos policiales que reglamentaban los Códigos Rurales provinciales perseguían y castigaban al obrero u obrera que no tuviera la papeleta de conchabo y no pudiese justificar una ocupación u oficio, podía ser entregado a un patrón, a cambio de un techo, alimento y vestimenta, para que lo sirviese en su casa. A partir de allí otros edictos fijaban una relación de subordinación donde una falta contra el patrón era castigada con la perdida temporaria de la libertad (arresto). Leyes de conchabo que regían en la ciudad y la campaña tenían el objetivo de disciplinar y mantener una fuerza de trabajo permanente y barata”.
“Entre 1882-1905, la población de la ciudad de Salta crece lentamente con nuevos edificios públicos y privados, comercios y nuevas calles que modifican su fisionomía. En 1889, la ciudad presentaba un panorama de noventa manzanas edificadas y ciento diez cuadras empedradas. Prevalecen en el espacio urbano unas 2.380 trabajadoras del personal de servicios (sirvientes, sirvientas, cocineros, cocineras, lavanderas y planchadoras) y unas 2.088 personas de oficios de confecciones de vestimentas y calzados (costureras, sastres, tintoreros, bordadoras y bordadores, sombreros, zapateros, boteros y remendones); en este grupo resalta unas 1.550 costureras”.
“A principios del siglo XX, al sur del centro de la ciudad, fue desarrollándose el barrio de la Banda parte más poblada de la ciudad que concentraba una importante fuerza de trabajo distribuida en pequeños talleres, zapaterías, platerías, colchonerías, sombrerías, herrerías, carrocerías, costurerías, peluquerías y fondas; es una zona de cocheros, artistas, vendedores de alimentos, pulperías, y una manufactura de elaboración de tabacos. En 1891, al norte de la ciudad se instaló la Estación del Ferrocarril Central Norte y en sus alrededores creció el Barrio de La Estación, zona de comercios y hoteles en medio de una interacción y circulación constante de trabajadores capitalinos, del interior salteño y el noroeste argentino”.
“Entre fines del siglo XIX y bien entrado el XX, la administración del gobierno del Estado en la provincia se movió entre un grupo reducido de familias de grandes propietarios y comerciantes. El periodo es caracterizado por las luchas de facciones políticas, el surgimiento de radicalismo como fracción de la burguesía, los mecanismos de fraude y el control electoral por parte de una oligarquía. La gran mayoría de la población estaba excluida de sus derechos políticos”.
“La lucha por la redención proletaria: movimiento obrero y los primeros socialistas en Salta (1895-1905)”
Conocemos referencias eventuales sobre los trabajadores en la provincia de Salta antes de 189520, pero también investigaciones sistemáticas sobre la constitución de la clase obrera en el proceso histórico social en la formación de la economía y sociedad chaqueña, donde sobresale la conquista militar por parte de la burguesía. Para nuestro estudio, señalamos que en abril de 1897 desde la Iglesia Católica se constituye en la ciudad de Salta el “Circulo de Obreros de San José” que tiene como uno de sus objetivos impedir entre los trabajadores la difusión “perniciosa del socialismo”, a través de la atención a la salud, la recreación y la institución religiosa. La dirección de la organización mutualista en su fundación es controlada por la burguesía provincial, posee una imprenta y su órgano de prensa, “Democracia”. Sus acciones, incluso en las décadas posteriores, alcanzaron a un grupo reducido de trabajadores provinciales (MICHEL; 2007: 235-239).
En La Vanguardia del 21 de agosto de 1897 en la sección “Correspondencia” se responde e indica a un lector, referido con iniciales “J.P Salta”, sobre la inexistencia de publicaciones en español sobre las cooperativas obreras; y en “Correspondencia Administrativa” se publica el pago de una suscripción de un “1 peso por (el) 4° bimestre” del mismo “J.P”. Luego se recibe del mismo lector dos pesos por el 5° y 6° bimestre22. Es el dato más antiguó que conocemos de un contacto particular en Salta con el órgano de prensa del P.S.
A mediados de 1898 el Centro de Trabajadores Cosmopolita de Tucumán informa a los centros socialistas de Buenos Aires su crecimiento en una nota firmaba por Ramón Barbaró. La nota refiere a las visitas de diferentes compañeros al centro “por manifestarse defensores de la buena causa”, entre ellos José A. Montenegro de Salta23. Sin información sobre Montenegro, el dato permite ver la relación por cercanía entre los socialistas de Tucumán y Salta.
En 1899 queda revelada la identidad del lector “J.P” de años anteriores. En la sección “Defraudadores” se señala que Jesús Plaza de Salta “Se quedó con 20 $ de suscripciones cobradas en Salta y Jujuy”24. Más allá de la nota aislada y el reclamo moral, lo interesante es que suma una nueva provincia (Jujuy) a la afluencia de la propaganda socialista en el norte de argentino.
En marzo de 1900 se fundó un agrupamiento político de meses de vida que es denominado “Partido Obrero de Salta” con una dirección compuesta por comerciantes, cuentapropistas y obreros tipógrafos; estos últimos con peso en un denominado “comité de propaganda”; con su propio órgano de difusión El Obrero. El agrupamiento nació de la acusación contra el fraude electoral, pero se fue desintegrando rápidamente en la medida que las facciones políticas de la clase dominante (Partidos Unidos – P.A.N y radicales) se reorganizaron cooptando parte de sus dirigentes.
Sin embargo, como señala Rubén Correa; con la disolución de aquel agrupamiento: “(…) los dirigentes con militancia socialista y anarquistas también se alejaron del partido (obrero) para dar mayor intensidad a la organización del movimiento obrero a través de distintas instituciones como: clubes deportivos, sindicatos, el centro cosmopolita de trabajadores y más tarde desde la FOSA”. (CORREA; 2004: 166).
Por ejemplo, en marzo de 1901, algunos miembros del disuelto “Partido Obrero”, por ejemplo, el comerciante Bernardo Alanís, artesanos y vecinos se unieron para fundar el Club Libertad en la ciudad de Salta. Un club con fines deportivos, pero también con fines reivindicativos, políticos y sociales de la clase trabajadora, ya que sus fundadores fueron anarquistas e independientes con actividades de sindicalización (CORBACHO Y ADET; 2002, CORREA; 2004). Se debe recordar que, en Capital Federal, en mayo de 1901 se había fundado la Federación Obrera Argentina (FOA) sin participación gremial desde Salta.
En mayo de 1902 se fractura la FOA, organizándose por un lado la anarquista FORA; y por otro lado la socialista U.GT. En junio, se fundó en la ciudad de Salta el Centro Cosmopolita Obrero que solicita propaganda al PS, posiblemente de él participan y conviven obreros socialistas, anarquistas y militantes de ideas contestatarias de diferentes nacionalidades. Constituyéndose en un hito en la organización independiente de la clase obrera.
El 26 de julio de 1902, tenemos referencias sobre el Centro Socialista de Salta como una agrupación adherida al “Partido Socialista Argentino”, la referencia textual como “Centro Socialista” llega a hasta el mes agosto, para ser modificada luego como “Centro Cosmopolita de Trabajadores”, hasta el mes de noviembre.
Aparece como “agente de La Vanguardia” por Salta Edelmiro Avellaneda, que señala como domicilio la calle Libertad 18528. Avellaneda es autodidacta y como veremos se constituye en militante clave de los primeros pasos del socialismo local -Vitri (2010), Abrahan (2021). En agosto de 1902 aparece la Unión Obrera órgano del “Centro S. de trabajadores de Salta”, La Vanguardia señala: “(…) hemos recibido el número 1 de este simpático colega que viene á enriquecer la prensa obrera de la República. Trae buen material y creemos satisfará las exigencias más pesimistas. Al retribuir su galante saludo, le auguramos largos años de vida y que sea el intérprete de las aspiraciones y deseos del proletariado del Norte, á cuyo servicio en tan oportuno momento se ha puesto” (La Vanguardia, 2 de agosto de 1902).
En septiembre, los socialistas de Santiago del Estero piden al Comité Ejecutivo del PS la presencia del compañero Dino Rondani, un socialista italiano que llegaría al país, para una gira de propaganda30. En ese sentido se pide que se comunique a los Centros de Rosario, Rafaela, Esperanza, La Banda, Tucumán, Salta, Frías y Córdoba para que contribuyan en el viaje31. El registro nos ofrece la continuidad de la experiencia del centro de la ciudad de Salta.
A fines de 1902, Edelmiro Avellaneda dicta una conferencia en la estación Güemes; localidad cercana a la capital, nudo ferroviario y segunda en cantidad de habitantes. Desconocemos el tema o contenido de la charla; sin embargo, Avellaneda debió “(…) vencer algunas dificultades que le opuso el comisario Santiago Mora, el que, en completo estado de ebriedad, quiso prohibir a nuestro compañero que hablara”. Luego de algunas idas y vueltas consigue concretar la actividad y “cosa rara, hasta el mismo energúmeno del comisario aplaudió” y la nota cierra con “¡Cuando será el bendito día que la barbarie desaparezca de nuestro país!”.
En noviembre de 1902, se desata una represión estatal (ley de Residencia y estado de sitio) contra el movimiento obrero; con detenciones, allanamientos, deportaciones, clausura de locales y la prensa obrera; medidas que se extienden hasta final de año.
Durante enero y febrero de 1903, continúa el Centro Cosmopolita de Trabajadores de Salta incluido, por La Vanguardia, entre las agrupaciones adheridas al Partido Socialista Argentino. En marzo, sin mayor información se hace referencia a la disolución del centro33. Entre enero y noviembre de este año Edelmiro Avellaneda continúa como “agente de La Vanguardia” en la ciudad de Salta.
En mayo de 1903, los socialistas denuncian que el gobierno y el clero salteño amenazaron a la dirección del diario radical El Cívico, para que pusiera “inconvenientes” en seguir imprimiendo el periódico obrero La Luz dirigido por Avellaneda; “la redacción de este convocó al pueblo a un mitin en la plaza 9 de julio”, en el centro de la ciudad. “ (…) asistieron a él más de mil trabajadores, que después de oír un discurso del ciudadano Edelmiro Avellaneda, recorrieron en manifestación algunas calles, vivando al socialismo, á La Vanguardia, y á El Eco del pueblo de Tucumán. Se hace una activa propaganda para que La Luz no deje de aparecer”. (La Vanguardia, 6 de junio de 1903).
De los acontecimientos podemos acotar, en primer lugar, la movilización importante realizada en una ciudad que apenas sobrepasaba los 20.000 habitantes; en segundo lugar, nuevamente una vinculación con militantes de izquierda de Tucumán; y, en tercer lugar, el papel central de Avellaneda, que dirige su propio periódico obrero y es principal orador del acto.
Sin embargo, a partir de septiembre de 1903, el nuevo agente de La Vanguardia en Salta es Silvano Gramajo Gauna; y en octubre un nuevo Centro Socialista en la ciudad solicita la adhesión al PS35, aunque ya había realizado el 30 de septiembre una reunión bastante numerosa donde “se hizo buena propaganda”36. En relación al movimiento obrero, en la ciudad comienza a organizarse la socialista UGT, seguramente en pugna con los anarquistas locales, entre los trabajadores albañiles, zapateros, talabarteros, panaderos y dependientes de comercio. La nota reseña que “gracias a los esfuerzos de pocos, pero esforzados compañeros, nuestras ideas ganan terreno cada día en nuestra ciudad”.
En noviembre de 1903, la Junta Ejecutiva del PS señala que “el periódico titulado La Luz y qué se dice órgano del P. Socialista (…) no se adaptan a nuestras ideas” continua “se resuelve hacer presente que dicho periódico nada tienen de común con el partido socialista”; La Vanguardia agrega: “(…) que en aquella localidad no existe agrupación adherida al partido”39. Avellaneda figura en la “Correspondencia Administrativa”, teniendo en sus manos “folletos” y Gauna como agente de La Vanguardia. Durante diciembre, el Centro Socialista de Salta envía su carta orgánica para su estudio y aprobación por parte de la dirección del PS.
Recapitulando fines de 1903, el Centro Socialista de la ciudad no está aún reconocido por la dirección de P.S. Probablemente Silvano Gramajo Gauna esté vinculado con la dirección local del centro, y claramente se promovió una delimitación con el periódico La Luz de Avellaneda, que continúa vinculado al socialismo local. Ese mismo mes, los cocheros tucumanos declaran la huelga la reducción a 12 horas.
El año 1904 trascurre en el marco de luchas de trabajadores que van en ascenso, que se extienden por todas las ciudades de país y que encuentran su punto más alto a final de año. En la provincia de Salta, se organiza la Federación Obrera de Salta, donde posiblemente disputaban la dirección socialistas y anarquistas. Integrada por obreros albañiles, zapateros, carpinteros y tipógrafos; e intelectuales que editaban sus periódicos, por ejemplo, El Defensor. Probablemente, en algún momento, expresó sus intereses sindicales en el semanario La Luz (CORREA Y OTROS, 2007: 148).
Sabemos de recurrentes reclamos de la población salteña por la suba constante de los precios de los artículos de primera necesidad, que se trasformaron en “protesta popular” que el diario local Tribuna Popular registro de la siguiente forma: “(…) se ha señalado la Plaza 9 de Julio como punto de reunión de mitin (…) la gente luego se dirigirá a la casa de gobierno (…) también se recolectaron 25 pesos para el gasto de bombas” (CORBACHO Y ADET; 2002: Cap. 10).
Durante los primeros meses de 1904, Silvano Gramajo Gauna continua como agente de La Vanguardia en Salta, hasta que en abril aparece en la lista “agentes morosos”, no remitiendo el dinero en concepto de suscritores. Gauna pertenecía al gremio de los zapateros, es despedido en 1906 de la fábrica de Canals y Campilongo. Fue orador en el acto del primero de mayo en 1912 en la ciudad de Salta (PARRA Y CORREA; 2003).
En marzo, se anuncia una gira de propaganda de los delegados de la U.G.T. Constante Galetti y Gregorio R. Pinto41, por el interior del país. La gira será para explicar la institución de la Cámara de Trabajo y los objetivos de la organización sindical; las crónicas agregan que los propagandistas “se ocuparan también en la organización de gremios en las diversas localidades”. Del Noroeste figuran como parte del recorrido: Santiago del Estero, La Banda, Tucumán, Salta y Frías43. Días antes fue elegido primer legislador socialista de América, Alfredo Palacios.
El domingo 10 de abril de 1904, llegaron a la ciudad de Salta, los delegados de la U.G.T. Constante Galetti y Gregorio R. Pinto, quienes fueron recibidos en la estación de trenes por 300 trabajadores que vitoreaban “a la unión, y el socialismo, y a la Cámara del Trabajo”. Horas después se realizó una conferencia en el Teatro Victoria con una concurrencia de más de 800 personas, y fueron presentados por “el comp. Edelmiro Avellaneda, director de El Pueblo”. La crónica dice que Galetti explica los fines de la Cámara de Trabajo y la necesidad de esta institución, luego habla Pinto invitando a la organización y unión de todos los gremios. Los oradores fueron aplaudidos “y acompañados por el pueblo entusiasmando” hasta donde se alojaban.
El lunes, los delegados U.G.T., realizan una conferencia de propaganda con los trabajadores panaderos; por la noche una reunión con todos los gremios en el local de la Federación Obrera. Al concluir esta reunión se fundó la sociedad de obreros sastres con la siguiente Comisión Ejecutiva: Secretario general: Calixto Tiliano; de actas: Benjamín Macerlo; Tesorero: Lisardo Lunali, Vocales: José Martínez, J. A. del Varco, y Juan Martínez. “Esta sociedad, como las existentes de Costureras, Panaderos, Albañiles, Zapateros y anexos, prometió adherirse a la UGT”.
El martes, por la mañana, los delegados se reunieron con los gremios del albañiles y zapateros. Por la tarde, acompañaron una comisión de los zapateros ante el ministro de gobierno de la provincia, para solicitar la abolición del trabajo por empresa privada en la penitenciaria de Salta, lo que el ministro prometió conceder. Por la noche, Galetti dio una conferencia denominada “socialismo y clericalismo” que tuvo lugar en el teatro céntrico, y por más que se cobró entrada, concurrieron más de 1000 personas. Entre los concurrentes, el Ministro de gobierno “Dr. Lopez, el coronel comandante (…) oficiales, médicos, abogados y un número extraordinario de obreros y también mujeres. Los frailes que debían controvertir brillaron por su ausencia”. Galetti, habló de organización gremial demócrata-cristiana en su antagonismo con las organizaciones socialistas o “puramente” gremiales; dijo: “que la religión nunca hizo nada por el obrero, sino sancionar la esclavitud, imponer la explotación capitalista y santificar la inquisición, el robo, y la inmoralidad.”.
Los delegados de la UGT partieron hacia la provincia de Tucumán y fueron acompañados a la estación por muchísimos obreros, “deseosos de que se repitan siempre estas giras, verdaderamente muy útiles para la clase trabajadora”. Señala la crónica de La Vanguardia que los dependientes de comercio colaboraron con cien pesos para la fundación de la “Cámara de Trabajo”.
En julio, Edelmiro Avellaneda de Salta y José Casagrande de Pergamino disertaron sobre “El movimiento obrero del Campo” patrocinados por la denominada Cámara de Trabajo en la ciudad de Buenos Aires. Aquí tomamos partes de la crónica periodística de la exposición de Avellaneda, quien alcanza una proyección nacional como dirigente, que tiene datos importantes sobre Salta: “(…) la triste condición del obrero del Norte, esclavizado á la vez por la brutalidad patronal y por su misma ignorancia. Horrorizó al auditorio (es la verdadera palabra) describiendo la infeliz de los pobres menores torturados por patrones inhumanos y los suplicios inquisitoriales á que están sometidos. Hablo luego de salarios escasísimos, del enorme horario y de la falta de trabajo (…) “Los panaderos de Salta, por 16 ó 18 horas diarias de trabajo, son retribuidos con $1.80 ó 2 á lo sumo; existen los castigos corporales, el látigo y el cepo. Los zapateros no ganan más de 1.50$, trabajando 14 ó 15 horas. El alcoholismo hace estragos en la población; una corrupción espantosa ahoga todos los sentimientos de dignidad y de rebelión de las clases trabajadoras (…) A pesar de esto algo se ha hecho. Se han constituido en Salta 5 sociedades gremiales y está en formación un centro socialista”. (La Vanguardia, 9 de julio de 1904).
En la charla se vendieron folletos de Avellaneda, cuyo dinero fue destinado a la Cámara de Trabajo. Se informó que Avellaneda viajaba para Rosario y Salta donde vuelve a reanudar “la lucha por la redención proletaria”.
En agosto quedó constituido en la ciudad de Salta un centro socialista con la siguiente comisión directiva; secretario general: S. Mosile, de actas: M. Bandini, tesorero: E. Avecassis, vocales: M. Gaffi, J. Gambolini, Prazolo, y G. García. La Vanguardia señala que “forma parte del centro el gremio de tipógrafos”, y que los estatutos serán remitidos para su aprobación a la Junta Ejecutiva del PS. Por iniciativa del nuevo centro, el 7 de agosto, dicta una conferencia “combatiendo la Ley de Trabajo” Edelmiro Avellaneda, los miembros del centro se proponen continuar seguidamente con las conferencias y multiplicar las reuniones y acciones de propaganda.
A mediado de agosto de 1904, el diario Tribuna Popular planteaba la situación de los maestros salteños que aún no habían cobrado sus sueldos correspondientes al quinto y sexto bimestre de 1903. En diciembre nuevamente “los lamentos” de los maestros provinciales que no habían podido cobrar y menos esperaban pago de los sueldos de 1904 (Cáseres; 2018: 85).
Hacia octubre se anuncia nueva gira de propaganda, en el norte y noroeste, de los delegados de la UGT, con Galetti entre los representantes. Entre las ciudades y localidades por visitar en el noroeste: Frías, Monteros, Tucumán, Rosario de la Frontera, Salta, Campo Santo, Jujuy, Santiago del Estero, La Banda. Se notará que vuelve la referencia sobre la ciudad de Jujuy, se agrega Monteros para Tucumán, y resalta Campo Santo –donde se localiza el ingenio San Isidro- y Rosario de la Frontera, ciudad de incipiente desarrollo comercial e industrial.
En noviembre, se conoce la noticia de la constitución definitiva en la ciudad de Salta de la sociedad de resistencia, Unión de Sastres y anexos50. Sobre fines de 1904, la Confederación de Ferrocarrileros comunica que prosigue la huelga que han declarado los empleados de FFCC Norte51; y se informa que “desde Jujuy, Salta, San Cristóbal y Tucumán los telegramas y cartas nos traen episodios infames, encarcelamientos injustificados (…) todo malamente urdido para hacer fracasar el movimiento”. Pero los ferrocarrileros mantienen la medida. 1904 es un año de luchas de clases en el interior, en el noroeste, huelgas de panaderos en Santiago del Estero y obreros azucareros en Tucumán (MAROTTA; 1960: 169-170); y que termina, en diciembre con una nueva huelga general nacional.
1905 comienza con nuevo estado de sitio y represión contra los trabajadores, que se extiende hasta mayo. A partir de allí se desatan huelgas, en Tucumán y Santiago del Estero. En Salta, se anuncia que, a beneficio de un periódico obrero (Tribuna Popular), que aparece el 1 de mayo, se dará una función el Circo “La Unión” (PARRA Y CORREA; 2003: 42).
A mediados de 1905, los obreros de la ciudad de Salta concretan una serie de huelgas que tienen como características sobresalientes: la lucha por aumentos de salarios, reducción de las horas de trabajo y la victoria de la mayoría de las medidas de fuerza.
El centro de obreros panaderos obtiene triunfos en la lucha económica. El centro de obreros albañiles, que cuenta con 170 afiliados, en marzo obtiene un triunfo importante: “5 horas en invierno y 9 en verano”. Los zapateros acaban de obtener una victoria en la última huelga del 14 de mayo; logrando ser reconocidos como sociedad, un aumento del 30% a los planteros, jornadas de 9 horas de trabajo, reconocimiento del 1° de mayo, instituir 11 de septiembre como aniversario social, aumento del 20% a los aparadores, no despedir ningún compañero por huelga y libre cobranza dentro de la fábrica. Por su parte, los sastres se están reorganizándose. El 6 de junio, se declararon en huelga los tipógrafos exigiendo un 30% de aumento en los jornales, la supresión de multas y reconocimiento de la sociedad. Esta sociedad obrera se había fundado recientemente y su comisión la formaban: secretario general: E. Lopez, de actas, P.L. Funes, prosecretario, V. Gómez, tesoreros, I. Bustos; Vocales: H. Mora, E. Storni, J. Rocha, A. Vargas y N.M. Defacio.
Finalmente, el 9 de junio se organiza nuevamente el Centro Socialista en la ciudad de Salta. Días más tarde se produce una crisis entre de Edelmiro Avellaneda y el socialismo local; esto queda expresado en las páginas de La Vanguardia. Dejamos claro que no tenemos por ahora la posición de Avellaneda sobre el tema. “De común acuerdo las sociedades (…) han resuelto no admitir en su seno al traidor Edelmiro Avellaneda. Entre las muchas causas de esta resolución se cuentan las de haber insultado al gremio de zapateros por medio de su semanario La Luz. La huelga de tipógrafos apoyada por todos los gremios de esta ciudad, la fustigó y la trabajo por su fracaso é hizo un número especial para calumniar este gremio”. (La Vanguardia, 24 de junio de 1905).
El Centro Socialista en Salta es nombrado nuevamente en septiembre de 1905, ahora por el comité ejecutivo del PS con motivo de la organización de una movilización de campesinos de las provincias del norte al litoral; se le solicita divulgar la actividad y las condiciones de trabajo de los trabajadores. En septiembre, el diputado conservador Usandivaras presentó en la cámara un proyecto de descanso dominical, aprobada a nivel nacional en agosto. En ese mes, los trabajadores de la línea férrea a “polo pampa”, que construye el gobierno nacional, se declaran en huelga y son amenazados con el ejército.
A fines de septiembre de 1905, se hace referencia al periódico El Defensor, órgano de la Federación Obrera Salteña antes señalada, donde participaron con su escritura Arturo Gambolini, Carlos Outes, Nicolás Lopez Isasmendi y Carlos López Pereyra (PARRA y CORREA; 2003: 127 y 188). El 10 y 11 de octubre, la U.G.T., FORA, apoyadas por el PS, declaran una nueva huelga general contra la represión en un momento de ascenso obrero; al decir de Marotta: “Termina de este modo la oscura noche del segundo estado de sitio de 1905 y tercero desde que el proletariado argentino inicia las batallas del trabajo y acomete su marcha hacia un mundo nuevo, la vida nueva”.