Una uniformada reveló graves irregularidades dentro de la institución policial que afectan su desarrollo profesional y salud mental.
La sargento Carolina Sardina denunció públicamente una prolongada situación de acoso y persecución laboral dentro de la Policía de Salta, que según su testimonio se extiende por más de una década. La uniformada señaló que sus problemas comenzaron cuando denunció al entonces jefe policial Marcelo Lami, lo que derivó en una sistemática obstrucción de sus posibilidades de ascenso.
Sardina aseguró que mientras todos sus compañeros de promoción ya son suboficiales principales, ella continúa siendo sargento como consecuencia de su decisión de defenderse. Ha expuesto múltiples trabas institucionales que le impiden progresar profesionalmente, incluyendo la asignación de «malos antecedentes» tras denuncias que realizó en 2018, lo que ha resultado en calificaciones desfavorables.
Los efectos de esta presunta persecución se han manifestado en su salud. La uniformada ha experimentado sintomatología asociada al estrés laboral, incluyendo dolor cervical, episodios de vómitos y mareos. A pesar de solicitar atención médica durante sus francos, frecuentemente le asignaban recargos laborales, agravando su condición.
La sargento, en entrevista con FM Profesional, vinculó esta problemática con la crítica situación del personal policial, sugiriendo que los recientes casos de suicidios entre efectivos están directamente relacionados con la excesiva carga laboral y el acoso institucional.