La ceremonia religiosa realizada en la Catedral se celebra todos los años por las festividades de El Milagro. Durante estos días se recuerda la intercesión de la Virgen y la protección de Cristo durante los temblores de 1692.
La misa fue oficiada por Monseñor Cargnello quien destacó que en esta primera jornada se celebra la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen del Milagro: “La confianza en la Virgen nos invita a ser audaces y seguir el camino de la fraternidad”, dijo.
Recordando el lema de las Festividades de este año “Milagro, Iglesia Eucarística de encuentro y oración”, Cargnello deseó que “en este tiempo del Milagro, fortalecidos a la luz de la fe, seamos testimonio de esperanza del resucitado”.
El Arzobispo llamó en la homilía a “no cerrarle las puertas a Dios en la vida social del pueblo” y aclaró: “No queremos un manejo de la Iglesia como si fuera la dueña de todo, la Iglesia defiende y está al servicio de la gente que necesita. La hora de la Patria es desafiante y confiemos en la guía de la Virgen hacia un desarrollo humano y para todos”, consideró.
Por último, reflexionó sobre la enseñanza de la Virgen: “Confiar siempre en Dios y hacernos cargo del hermano. Cuando Dios nos pone en un lugar de mayor responsabilidad hay que hacer el bien y ayudar, construir justicia social”.
Durante estos días se recuerda la intercesión milagrosa de la Virgen y la protección del Santo Cristo Crucificado durante los temblores que azotaron la región en 1692. Desde entonces, cada año los fieles renuevan su pacto de fidelidad y piden la protección de los Patronos a sus hogares.