Organizaciones de trabajadoras alertan sobre los efectos negativos de la medida en uno de los sectores más precarizados. Ana Díaz, referente local, advirtió que miles de mujeres podrían perder su derecho a una jubilación digna.
El próximo 23 de marzo finalizará la posibilidad de adherirse a la moratoria previsional, un mecanismo que permite acceder a la jubilación a quienes no han acumulado los 30 años de aportes exigidos. La medida, anunciada por el Gobierno nacional, ha generado preocupación en las organizaciones y sindicatos de trabajadoras de Casas Particulares, quienes advierten sobre el impacto negativo en un sector históricamente precarizado.
En Salta, Ana Díaz, referente de las trabajadoras domésticas, señaló que la eliminación de la moratoria podría dejar a miles de mujeres sin acceso a una jubilación digna. Según Díaz, este sector se caracteriza por altos índices de informalidad y contratos laborales discontinuos, lo que dificulta cumplir con los años de aportes necesarios. “La jubilación es un derecho fundamental, no un privilegio para pocos”, enfatizó.
Díaz también destacó que la carga de los cuidados familiares recae mayoritariamente en las trabajadoras domésticas, un rubro compuesto en un 99% por mujeres. Esta realidad, sumada a las condiciones laborales precarias, genera un ciclo de exclusión que la moratoria previsional había mitigado parcialmente. Aunque reconoció que este mecanismo no es perfecto, sostuvo que brinda una vía para alcanzar la jubilación y acceder a la seguridad social.
“Sin la moratoria, estamos condenadas a una pensión indigna y de hambre”, afirmó Díaz en una entrevista con FM Profesional. Las organizaciones del sector insisten en que el Estado debe implementar políticas inclusivas y equitativas que garanticen el acceso a la seguridad social y los derechos jubilatorios de las trabajadoras, priorizando a los sectores más vulnerables.