Durante los últimos días trascendieron distintos documentos que dan cuenta del plan que impulsa el nuevo presidente del organismo, Nicolás Bronzovich. El hombre recientemente nombrado quiere reducir el organismo a su mínima expresión.
Bronzovich reemplazó a Juan Cruz Molina Hafford quien manifestó tener diferencias con las directivas del gobierno nacional. En ese marco, el nuevo presidente del organismo se muestra dispuesto a reducir al INTA a su mínima expresión.
“Distintos documentos que trascendieron en los últimos días acrecentaron la incertidumbre entre sus integrantes, que enfrentan el fin de año con enorme preocupación por las medidas que se están tomando en medio de una falta total de transparencia”, destacó el sitio El Destape.
De acuerdo con los documentos que ya publicó el sitio Bichos de Campo, el plan para el cortísimo y mediano plazo incluye “la reducción inmediata de más de mil puestos de trabajo, la venta de tierras y edificios, y un fuerte ajuste de gastos en viáticos y combustibles”.
El INTA posee en la actualidad 6466 agentes; 301 participaron en el programa de retiro voluntario y 302 son empleados mayores de 65 años (de los cuales 149 ya fueron intimados a jubilarse). Además, proponen “no renovar 227 contratos de personal ingresado en 2023 y revisar acuerdos de otros trabajadores bajo regímenes específicos como becarios y contratados externos”.
Dentro de ese grupo estaría incluida una parte importante del personal que pertenece a la ‘Planta No Permanente’. Son 854 personas que ingresaron por concurso, pero a las que el organismo tiene la potestad de no renovarles el contrato mediante una simple resolución interna. De todo esto se deduce que en las próximas semanas el INTA podría perder a más de 1000 de sus agentes, uno de cada seis. Entre las medidas, figuraría también la “evaluación del uso de 2600 vehículos y la alta inversión en combustible”, “de líneas telefónicas y servicios de limpieza”.
Pero tal vez lo más grave es que “se analiza la posibilidad de capitalizar tierras no productivas”. Traducido: vender o arrendar decenas de miles de hectáreas. Según explica Matías Longoni en Bichos de Campo, esto significa poner “a diponibilidad” de la Administradora de Bienes del Estado (AABE) un total de 27 mil hectáreas en más de 20 estaciones experimentales de todo el país.
«En todos los casos (…) la plata obtenida no quedará dentro del INTA para cubrir gastos de funcionamiento, sino que será absorbida directamente por el Tesoro Nacional –escribe Longoni–. La AABE ya puso a prueba la resistencia de la comunidad al avanzar en la venta de un campo del INTA Cerrillos (Salta) y del histórico edificio de Cerviño 3101, en CABA. Pero su plan es mucho más ambicioso y en una primera etapa involucra 22 campos experimentales, que ya fueron mensurados y puestos a consideración de las autoridades”. Se propone su subasta pública durante 2025.