A cinco meses de que una formación del ramal c15 se desplomara al río junto con el puente, este nuevo accidente, según expertos, evidencia la casi inexistente inversión en las vías salteñas.
La postal que llega desde el norte provincial nos muestra un techo destrozado y un vagón atrapado entre los hierros. Es la estación de trenes de Pichanal, localidad que el año pasado, en diciembre, había registrado otra tragedia ferroviaria. Entonces fue el puente sobre el Río Colorado que colapsó cuando una formación cruzaba sobre sus vías.
Tras el accidente de ayer, la prensa local difundió las imágenes pero no la información completa. Sólo se dijo que maquinaria de gran porte, perteneciente a Trenes Argentinos del Ministerio de Transporte de la Nación “se llevó puesto” el techado de la galería interna de la historia Estación de Trenes por “causas a establecer”. Hoy se conocieron las causas: error humano.
Según comentó Marcelo Lazarte, coordinador de unidades ferroviarias, ayer se llevaba adelante una “operación normal del Ramal C15”, con un vagón “podador”, que es el utilizado para abrir la maleza que interrumpe para la circulación de la vía del tren. El mismo tiene unas dimensiones más amplias que las de muchas formaciones, por lo tanto “debe circular por vías auxiliares, y puede ser que no se haya advertido que las dimensiones sobrepasaban los límites y justo se enganchó la cubierta del tren”, comentó Lazarte a FM Profesional.
El accidente, si bien fue por una falla del personal que no calculó el espacio, también desnuda la falta de atención e inversión que se tiene en las vías del norte argentino, sobre todo en las salteñas, que incluso sufrieron un recorte como parte del plan macrista.
Como aclaró Lazarte, la necesidad del uso del vagón podador tiene que ver con la cantidad de circulación, una vía por la que no se circula, tiende a desarrollar maleza. En cuanto a la destinación de recursos, el coordinador comentó: “Falta mucho en la zona norte, están previstas obras que no se concretaron”.