Yanina Gay desempeñaba funciones en Mosconi y tras denunciar a sus jefes por acoso laboral y violencia de género casi fue retirada de la fuerza. Tras un periplo legal será reincorporada.
En marzo pasado la Policía de Salta pedía la exoneración de la agente Gay, quien se desempeñaba en la comisaría 41 de General Mosconi, dependiente de la Unidad Regional 4, donde tenía tres funciones asignadas: operadora comunitaria, de violencia familiar y gestión de calidad.
Cuando la agente se enteró de un maltrato que sufría una menor de la policía infantil por parte de una sargento, lo denunció a sus superiores, éstos se pusieron del lado de la denunciada, quien al mantener vínculos con Juan Carlos Miguez, jefe de la Unidad Regional 4, pidió el traslado de Yanina Gay, que no se dio. “Pasaron unos días y comenzaron las persecuciones: me hacían presentarme a trabajar en mis descansos, no me daban la hora de lactancia, tenía un exceso de control, me cortaron ilegalmente la licencia por maternidad con descuentos de sueldo”, lamentaba Gay en marzo pasado.
En septiembre de 2016, Gay denunció a sus jefes ante la justicia y la jueza de Violencia de Género de Tartagal, Elba Menéndez, intimó a Miguez a abstenerse de ejercer violencia física y psíquica, proferir insultos, palabras agraviantes o groseras y desplegar conductas amenazantes en contra de la agente, según se publicó en Telam.
Hoy el Nuevo Diario revela que tras diferentes actuaciones legales el jefe de la Policía, Ángel Silvestre, decidió ayer “hacer lugar” al reclamo de la agente Yanina Gay y “disponer que a través de la División Incorporaciones y Promociones Policiales (DGP), (se) proceda a la entrega de la credencial policial”. Esto quiere decir que la agente continuará con la licencia médica mientras se tramita el sumario administrativo que la institución policial le inició por sus declaraciones públicas.
