El presidente argentino realizará su sexta visita a suelo estadounidense en menos de un año de mandato. Su agenda incluye un discurso ante la Asamblea General de la ONU, un encuentro con el magnate tecnológico y una presentación en Wall Street.
Javier Milei se embarca en un viaje a Nueva York este sábado, aparentemente más interesado en causar revuelo que en buscar soluciones a los apremiantes problemas económicos del país. Su agenda, repleta de encuentros de alto perfil y declaraciones controvertidas, parece diseñada para captar titulares más que para abordar las necesidades urgentes de los argentinos.
El punto álgido de esta gira mediática será su discurso ante la Asamblea General de la ONU el martes, donde se espera que Milei arremeta contra la Agenda 2030 y otras iniciativas globales. Esta postura, calificada de «negacionista» por expertos, incluirá probablemente ataques al consenso científico sobre el cambio climático y críticas a las políticas de igualdad de género, temas que Milei ha cuestionado repetidamente, para desconcierto de la comunidad internacional.
Mientras tanto, la delegación argentina, que incluye figuras controvertidas como el ministro de Economía Luis Caputo y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, se prepara para una serie de encuentros que parecen más enfocados en la imagen que en la sustancia.
La reunión de Milei prevista con Elon Musk para el lunes al mediodía, por ejemplo, ha sido criticada como un intento de asociarse con figuras mediáticas más que de buscar inversiones concretas para Argentina. Además, ese mismo día, como otra muestra de genuflexión, participará de la apertura de la jornada bursátil en la Bolsa de Valores de Nueva York, donde está previsto que realice el tradicional toque de campana que indica el inicio de operaciones.
La visita ocurre en un momento en que la ONU ha expresado serias preocupaciones sobre las políticas de Milei. El organismo internacional ha criticado al gobierno argentino por su manejo de las protestas y ha cuestionado el impacto de sus políticas en los derechos de los niños y en programas cruciales de educación sexual y prevención del embarazo adolescente. Estas críticas subrayan la creciente brecha entre la retórica de Milei y los estándares internacionales de derechos humanos y desarrollo sostenible.
Analistas políticos señalan que esta visita a la ONU podría ser contraproducente para Argentina. En lugar de aprovechar la plataforma para buscar apoyo y soluciones a la crisis económica que azota al país, Milei parece determinado a antagonizar a potenciales aliados y aislarse aún más en el escenario mundial. Mientras el presidente se prepara para su momento en el escenario global, muchos argentinos se preguntan si esta performance internacional tendrá algún beneficio real para un país que lucha contra la inflación galopante y la pobreza creciente.